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«La desigualdad y la percepción de injusticia lleva a la gente a las calles»

Análisis del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre las manifestaciones sociales en la región. El informe afirma que el trato igualitario y la no discriminación puede ser incluso más importante que una inequitativa distribución

A pesar de que países como Paraguay, Colombia, Perú y Bolivia subieron en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH), desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aseguran que las manifestaciones sociales en la región son consecuencia de «la desigualdad y las percepciones de injusticia», en especial entre la clase media y la población históricamente marginada.

«Diferentes desencadenantes están llevando a la ciudadanía a las calles: el costo del tren, el precio del petróleo, la demanda de libertades políticas, la reivindicación de justicia y equidad», señaló el administrador del PNUD, Achim Steiner.

En relación al ranking de IDH, que analiza progreso a largo plazo en tres dimensiones (una vida larga y saludable, acceso a educación y un nivel de vida digno medido por Ingreso Nacional Bruto per cápita en dólares), Chile lidera la región en el puesto 42, dos puestos más arriba que el año pasado que se encontraba 44.

En el ranking sigue Argentina, en el puesto 48 (uno más abajo que 2018) y Uruguay, en el puesto 57 (dos más abajo que el informe anterior) y México que se ubica en el lugar 76, dos más abajo del año pasado que estaba 74.

Del resto de los países de la región, Paraguay y Colombia son los que más lugares crecieron interanuales: Paraguay subió 12 puestos y pasó de estar 110 en 2018 a 98 en el informe actual, mientras que Colombia escaló 11 lugares pasando de 90 en 2018 a 79 en la actualidad.

Perú y Bolivia también ascendieron: de estar 89 en 2018 pasó a estar 82 en el caso del primero, mientras que el segundo país pasó de 118 a 114; en tanto Brasil se mantuvo estable en el puesto 79.

El informe destaca que en América Latina y el Caribe, la percepción de injusticia respecto a la distribución de la riqueza aumentó desde 2012, recuperando niveles de finales de la década de 1990.

«Los niveles de desigualdad en cuanto a la felicidad comunicada por las propias personas (también conocida como bienestar subjetivo), que habían permanecido estables en la región hasta 2014, han aumentado desde entonces», señala un documento difundido por el organismo.

Pero cuando se contempla el Desarrollo Humano por Desigualdad (IDHD), que mide las diferencias de las tres dimensiones anteriores según las poblaciones por nivel socioeconómico, de entre los primeros 50 países de mayor desarrollo humano en el mundo, Argentina tiene el índice más alto de desigualdad en cuanto a esperanza de vida, y Chile el índice más alto de desigualdad en cuanto a ingresos.

Según indica el informe, muchas desigualdades de América Latina según la pertenencia a un grupo se remontan a la época colonial.

Por ejemplo, hay un estudio que muestra que el origen étnico reduce la probabilidad de salir de la pobreza en México en 12 puntos porcentuales y aumenta la probabilidad de volver a caer en la pobreza en 10 puntos porcentuales.

El informe afirma también que la dignidad, como trato igualitario y la no discriminación, puede ser incluso más importante que una inequitativa distribución de los ingresos.

Según el PNUD, son «la desigualdad y la percepción de injusticia lo que lleva a la gente a las calles».

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