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La deuda con el FMI fue el eje de los discursos en la celebración del Día de la Democracia

"La Argentina del ajuste es historia", prometió el jefe del Estado. Y la vice mencionó los dólares en paraísos fiscales. Sintonizaron en la voluntad de un acuerdo con el Fondo que no afecte a las mayorías del país

Con una Plaza de Mayo colmada como en los mejores tiempos de los gobiernos peronistas o la fiesta por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, se celebró ayer el Día de la Democracia, en la primera gran concentración pública ¿pospandemia? del oficialismo y sus aliados, al que acompañaron las centrales obreras CGT y CTA, decenas de organizaciones sociales y todos los organismos de derechos humanos además de miles de personas que llegaron por cuenta propia. Ante esa multitud hablaron el ex mandatario uruguayo José “Pepe” Mujica, el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y, como orador de cierre, el presidente Alberto Fernández.

 

El escenario estaba ya listo y con números musicales poco después de las tres de la tarde, pero dos horas después seguían ingresando columnas por las diagonales Norte y Sur y por la Avenida de Mayo. Las organizaciones más grandes, como La Cámpora y el Movimiento Evita, aprovecharon el escenario para demostrar que mantienen intacto su enorme poderío de convocatoria y movilización. Lo propio hizo la CGT, moviendo a algunos de sus gremios más poderosos con sus clásicos globos y dirigibles gigantes ondeando a lo alto.

Pese a la gran afluencia de personas no hubo choques entre organizaciones ni disputas por el espacio que desbordaran.

Con todo el ecosistema dispuesto, el presidente Alberto Fernández utilizó el escenario como lanzamiento de la segunda mitad de su gobierno, hablando de lo que hubiera sido su gestión de no haber estallado la pandemia de covid-19.

“La Argentina del ajuste es historia”, proclamó el jefe del Estado, y renovó su compromiso de que en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda que contrajo la gestión de Cambiemos “no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social” del país.

El festival se convocó con el título “Democracia para siempre” para celebrar el Día de la Democracia y los Derechos Humanos y por su trayectoria en ese campo fueron celebradas las presencias de Lula, quien fue puesto en prisión por un caso judicial armado –y ya libre es candidato favorito para regresar a la presidencia del Brasil– y el ex mandatario uruguayo José “Pepe” Mujica quien también atravesó la cárcel pero en los 70, cuando era militante del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.

 

 

Una de las cosas más esperadas de la jornada, al margen del festival, fueron las definiciones políticas de Alberto Fernández sobre el FMI. Durante su discurso, el jefe del Estado reivindicó el pago de la totalidad de la deuda que Argentina tenía en 2005 con el Fondo que concretó el ex presidente Néstor Kirchner. “No somos los que no queremos pagar deuda, tampoco somos los que la tomamos, somos los que tenemos que hacernos cargo de la deuda que nos dejan a nosotros”, marcó Alberto. Y miró a su vice: “Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que ponga en riesgo eso; no tengas miedo”, subrayó el mandatario mientras la vicepresidenta asentía.

Fernández recordó que “muchas veces el FMI le soltó la mano a presidentes argentinos y así puso en crisis la institucionalidad de la Argentina”, para luego señalar, mirando a la multitud que ocupaba la Plaza de Mayo: “Si el FMI me suelta la mano voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina”.

“Por esta democracia que hoy vivimos hubo miles de argentinos que entregaron sus vidas que fueron desaparecidos, sometidos a la tortura, al exilio y que sufrieron prisiones injustas”, ensayó luego el mandatario y pidió cuidar la democracia “en reivindicación a todos ellos”.

Además, Alberto ratificó que “Argentina es un símbolo de los derechos humanos en todo el mundo” y aseguró que su gobierno sigue “haciendo todo lo necesario para que el último culpable se haga cargo de la responsabilidad que le cupo en la noche más negra que Argentina vivió”, en alusión a la última dictadura cívico militar.

Tras afirmar que “bajo el rótulo de los libertarios aparecen los xenófobos”, advirtió que democracia “es también no olvidar a los genocidas y a los que nos endeudaron”.

 

Palabra de mujer

 

Antes que Alberto había tomado el micrófono la vicepresidenta Cristina Fernández, quien exigió que “cada dólar en el exterior sirva para pagar la deuda”. Esa fue su definición: planteó que un punto ineludible de la negociación con el FMI para resolver la deuda externa tomada en la gestión de Mauricio Macri debe incluir una iniciativa dirigida a “recuperar de los paraísos fiscales los miles de millones de dólares” de evasión impositiva y fuga de capitales.

“Se habla mucho de la famosa restricción externa. De que a la Argentina le faltan dólares. No, a la Argentina no le faltan dólares: se los llevaron afuera. Necesitamos que el Fondo nos ayude a recuperar de los paraísos fiscales donde se fueron miles de millones de dólares en evasión, para que le paguemos”, exhortó Cristina

La vicepresidenta también le propuso al presidente Alberto Fernández que convoque a todos los partidos políticos con representación parlamentaria para que le planteen al FMI que la negociación para refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares no implicará poner en riesgo “esta recuperación económica”, como se refirió al repunte de la actividad tras los meses más duros de la pandemia.

“Presidente, yo sé que tenemos muchas dificultades pero siempre digo que ante las grandes adversidades grandes acciones. Digámosle al Fondo que nos ayude”, reafirmó al mencionar la práctica sistemática de fugar capitales.

En referencia a la evasión y la fuga en paraísos fiscales, puntualizó que el gobierno debe hacer lo necesario para “comprometerse en que cada dólar que encuentre en el exterior de los que se la llevaron afuera se lo vamos a dar primero al Fondo”.

 

El amigo del Brasil y el mate oriental

 

Lula da Silva tuvo en la Argentina una muestra de cariño popular y la agradeció sin medias tintas: aseguró que siempre estará “al lado de la Argentina” y abogó luchar por una democracia “más justa e igualitaria” y por recuperar el espíritu de la primera década de este siglo, cuando coincidieron en América Latina gobiernos “democráticos y progresistas”.

“Este es un día muy especial. Estamos conmemorando la recuperación de la democracia en Argentina; estamos conmemorando el día de los derechos humanos”, dijo el ex mandatario brasileño en un “portuñol” que le permitió hacerse entender por la multitud que llenó la Plaza de Mayo y quienes siguieron sus palabras por medios electrónicos.

Si bien no habló de su candidatura presidencial, cuando es el dirigente con mayor intención de voto de su país, el ex presidente Pepe Mujica, que lo precedió en el uso de la palabra y ofició de su presentador, le cedió el micrófono afirmando que “va a gobernar Brasil”.

Da Silva destacó que tuvo “la felicidad de gobernar Brasil”: él fue presidente entre 2003 y 2010, en coincidencia con una parte del interinato de Eduardo Duhalde y los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en la Argentina, con Hugo Chávez en Venezuela, con Evo Morales en Bolivia, con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en Uruguay, con Fernando Lugo en Paraguay, con Rafael Correa en Ecuador y con Michelle Bachelet y Ricardo Lagos en Chile.

“Estos compañeros fueron parte del mejor momento de democracia de nuestra Patria Grande, de nuestra querida América latina. Posiblemente haya en esta plaza gente muy joven que no lo sabe, pero nuestra querida América del Sur tuvo su mejor período desde el año 2000”, señaló.

“En ese lapso reafirmamos el Mercosur; creamos la Unasur; creamos la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que era la primer institución de América Latina en la que participaba Cuba y no participaban Estados Unidos ni Canadá”.

Lula también recordó cuando estalló la crisis financiera internacional de 2008: “Con Cristina estábamos codo a codo armando la agenda internacional”, recordó.

Luego, el ex mandatario, que estuvo 19 meses preso por una causa de corrupción que finalmente fue desestimada por la Justicia de su país, agradeció “a cada hombre y cada mujer” que se preocupó y reclamó por su libertad, y destacó que “hubo una persecución que me llevó a la cárcel” del mismo modo que “hubo una persecución” contra Cristina Fernández.

En este punto, Lula destacó, una vez más, el gesto del presidente Alberto Fernández, que cuando aún era candidato lo fue a visitar a la cárcel.

Por último, el líder del PT retomó el hilo de la conmemoración de retorno a la democracia en Argentina. “Es un día muy especial, un día de esperanza porque la democracia es una sociedad demostrando su decisión de construir una sociedad más justa, más igualitaria”, concluyó.