Apenas Banfield hizo el gol se empezaron a escuchar detonaciones de bombas de estruendo que cayeron en el área del Taladro. A raíz de eso, el encuentro debió ser frenado unos minutos durante el primer tiempo porque los proyectiles aturdieron al arquero Facundo Sanguinetti. Incluso el árbitro Echavarría aprovechó para que los jugadores se hidraten hasta que terminen de arrojar los proyectiles.
La dirigencia de Central presentó este martes un escrito solicitando al Ministerio de Seguridad de la provincia que “en forma urgente se implementen todas las medidas necesarias a los efectos de la identificación de los responsables de haber arrojado bombas de estruendo y otros objetos al campo de juego”.
“El pedido se encuentra dentro del marco del convenio suscripto oportunamente por nuestra institución y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, el cual nos pone en la obligación de denunciar este tipo de hechos, como los que se registraron el último domingo en el estadio”, sostuvieron a través de un comunicado.
“Rosario Central reafirma su compromiso con la integridad del espectáculo deportivo, y de todos los asistentes al mismo”, fue la frase para cerrar el pedido.