La espera por conocer el entrenador de Newell’s, que puede demorarse más de un mes si se aguarda por Sebastián Beccacece o Gabriel Heinze, no sólo está ligada a la búsqueda de refuerzos, hay jugadores cuyos contratos vencen el 30 de junio y la dirigencia debe definir la continuidad o no.
La nómina de futbolistas que deben renovar su contrato tiene en letras grandes a Maxi Rodríguez y Mauro Formica. La Fiera ya anunció sus ganas de seguir al menos seis meses más, y no hay dudas que cualquier entrenador aceptará su presencia.
Con el Gato pasa algo similar. La idea del jugador es renovar su préstamo por una temporada más, aunque el contrato que firmó no es de los mejores, ya que hace un año debió aceptar la restricción que impuso el juez Fabián Bellizia para aprobar su llegada.
En este caso la dirigencia tiene algo de margen, por tratarse de un jugador “de la casa”. Incluso se puede esperar a la designación del entrenador para conocer su idea.
Otro que debe acordar la renovación es Mariano Bíttolo, cuyo contrato tiene una opción de compra de 400 mil dólares por el 50 por ciento. Además de la lesión en la rodilla, el nivel de Bíttolo bajó en los últimos partidos y es posible que la dirigencia aguarde al nuevo DT antes de tomar una decisión, aunque comprarle el pase no parece ser una alternativa.
Con Teodoro Paredes pasa algo distinto. La opción de compra es 350 mil dólares por el 80 por ciento del pase. Y al tratarse de un defensor de 25 años, si el entrenador lo quiere, se sentarán con el zaguero para negociar.
Otro tema a resolver es el arquero suplente. El contrato de Nelson Ibáñez difícilmente se renueve, pero habrá que ver si el técnico pide un arquero o apuesta por Nicolás Temperini.
Un caso difícil de resolver es el de Leonardo Grimi. El lateral no jugó un minuto aquejado por lesiones y una cirugía que debió hacerse el año pasado. Pero donó seis meses de su sueldo y se muestra muy comprometido. Renovarle el contrato no parecería ser un problema, aunque como en los casos anteriores, decidirá el DT.
