Boca iniciará este lunes una semana clave para definir la continuidad de su arquero titular, Agustín Rossi, cuyo contrato vence el 30 de junio del año próximo y que el 1 de enero quedará habilitado formalmente para negociar como «jugador libre».
Rossi, que jugó para los suplentes en la única práctica de fútbol que hizo el plantel en lo que va de pretemporada, no respondió a la oferta que le hizo el club, a través de su Secretaría Técnica de fútbol, antes del inicio del Mundial de Qatar en el que se consagró campeón la Argentina y para el que estuvo preseleccionado.
Minutos después de conseguir el título de la Liga Profesional con el empate ante Independiente de local, 2-2, un allegado al jugador se sinceraba con Télam y decía que, más allá de las ganas de la dirigencia de Boca y de los hinchas, la idea del arquero era seguir su carrera en el exterior: hasta aquí, según insistentes rumores, habría un firme interés de parte de Flamengo, de Brasil.
Con la intención de seguir estando en los primeros planos en el continente, el «Fla» busca hacer ruido en el mercado de pases y puso sus ojos en el futbolista de pasado en Chacarita Juniors, Estudiantes (LP) y Lanús, según informó el diario Globo Esporte.
“Flamengo ya prepara la documentación para acordar con el primer refuerzo para la temporada», adelantó el medio escrito.
También informó que ya habría un acuerdo de palabra desde noviembre y que aguardará hasta los primeros días de enero para anunciar el precontrato con el futbolista: el vínculo sería por 4 años y pasaría a ser uno de los mejores pagos del último campeón de América, que disputará en febrero el Mundial de Clubes.
La dirigencia del «Mengao» viajaría a Buenos Aires después de la primera semana del nuevo año para formalizar el acuerdo e “iniciar contactos con Boca en busca de las condiciones para contar con el portero de 27 años a partir de enero”.
Entre Rossi y el último campeón de la Libertadores ya está todo arreglado: el tema es saber cuándo y de qué manera será el pase.
Para irse ahora, los clubes deberían llegar a un acuerdo por la venta del 100% de los derechos económicos del arquero, un monto que, obviamente y en virtud de que el contrato finaliza a mitad de 2023, no se acercará a la cláusula de rescisión (24 millones de euros, 18 millones limpios para Boca).
Será, en todo caso, una suerte de resarcimiento a Boca por los seis meses que aún le quedan de vínculo. Así, una de las salidas puede ser que el arquero firme de manera «protocolar» una nueva ficha con el club argentino y luego poner una cláusula de salida de bajo valor para que se haga la transferencia.
Por la sucesión de Rossi, mientras tanto, el conjunto de la Ribera cuenta con otros tres arqueros en su plantel: el exseleccionado Sergio Romero, Javier García y Leandro Brey.
Por trayectoria y experiencia, Romero asoma como principal candidato para suplirlo. «Chiquito» llegó como refuerzo a mediados del año pasado y no logró debutar ya que debió someterse a una artroscopía en su rodilla derecha: ahora se recuperó y arrancó la pretemporada a la par del grupo.
Por su parte García, de 35 años, retornó al club en 2020 y estiró su vinculo hasta 2024. El arquero tiene muy buena relación con Juan Román Riquelme y tuvo acción el semestre pasado.
Por último, la otra opción con la que cuenta el entrenador, el «Negro» Hugo Ibarra, es el juvenil Leandro Brey, que viene siendo figura de la Reserva que fue campeona.
En lo que respecta al resto del plantel, el otro contrato a renovar es el del zaguero peruano Carlos Zambrano, de 33 años, quien tiene una cláusula de salida ahora y su vínculo, como el de Rossi, también finaliza el 30 de junio del 2023.
El defensor tiene una importante oferta de Alianza Lima para finalizar su extensa carrera en su país.
Ayer y hoy, finalmente, el delantero Darío Benedetto practicó solo en el predio de Ezeiza para recuperar los días perdidos por haber viajado a Qatar a ver la consagración de la Selección Argentina en la Copa del Mundo.
El plantel retormará su pretemporada el próximo martes 27 y hasta el 30 tiene programados triples turnos ante un eventual «descontrol» alimentario por las fiestas.