Apenas una sesión ordinaria en lo que va de 2013, celebrada el 13 de marzo para aprobar el nuevo régimen de trabajo para personal doméstico, y un debatido beneplácito por la consagración de Jorge Bergoglio como sumo pontífice de la Iglesia católica. Tres sesiones especiales para facilitar la obtención del quórum y votar leyes sin que transcurran los siete días reglamentarios desde la firma de los dictámenes en comisión: 17 y 24 de abril, y 29 de mayo, para sancionar con legisladores arrepentidos y que se confunden de botón a la hora de aprobar en particular la reforma al Consejo de la Magistratura, y en forma exprés la sanción del nuevo régimen de exteriorización o blanqueo de divisas.
Con ese saldo, de apenas una sesión ordinaria y tres especiales, la Cámara de Diputados podría despedirse hoy del trabajo hasta después de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto. Un clásico de inactividad legislativa que se repite cada año electoral, esta vez agravado para el oficialista Frente para la Victoria por la partida de su jefe de bancada, Agustín Rossi, al Ministerio de Defensa.
Ausencia que se notará
El legislador santafesino absorbía toda la presión de las votaciones en el recinto, negociaba con la oposición y hasta se encargaba de recolectar uno a uno los votos propios y de aliados para blindar las iniciativas enviadas desde la Casa Rosada. Desde que asumió la jefatura del bloque a fines de 2005, el Frente para la Victoria se impuso en todas las votaciones, con la excepción de la ley de glaciares y del 82 por ciento móvil a los jubilados que debió ser vetada por la presidenta Cristina de Kirchner.
El ascenso de Rossi al rango ministerial deja un incierto panorama en el bloque cristinista. La orden de la presidenta dirigida a Julián Domínguez la semana pasada fue tajante: “En el bloque se mantiene la institucionalidad, asume Juliana (Di Tullio) en lugar de Agustín hasta el recambio legislativo”.
Los bonaerenses
Sin embargo, las 105 voluntades sobre un total de 257 que hoy componen el bloque kirchnerista no serán fáciles de domesticar. El primer cortocircuito deriva de los superpoderes concedidos a la provincia de Buenos Aires. La presidencia de la Cámara, vía Domínguez, y ahora la jefatura de bancada, recaen en dirigentes del principal distrito electoral del país. Y ahora se abre una nueva y sorda disputa en el Frente para la Victoria por la vicepresidencia que deja vacante la bonaerense Di Tullio.
El eje Wado-Cuervo
Más allá de las formalidades, y en medio del remolino político del año proselitista, en el FpV admiten que los principales garantes de lealtad a la Casa Rosada serán la célula de diputados de la agrupación ultracristinista La Cámpora, que comandan Eduardo “Wado” de Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque, guardianes pretorianos de las políticas oficialistas en el recinto. Tanto que el eje Wado-Cuervo ya es reconocido en el bloque como el nuevo timón legislativo del Frente para la Victoria. Anteayer circuló el nombre de De Pedro para asumir la vicepresidencia que deja vacante la promoción de Di Tullio, pero se trataría del tercer cacique bonaerense en la cúpula del bloque.
Pese a no desvivirse por los cargos, Larroque, porteño y con militancia en Villa Lugano, podría ser ungido formalmente vicepresidente del FpV en la Cámara baja en los próximos días.
Goteo de incondicionales
Si al oficialismo ya le costaba alcanzar el quórum con Rossi en el Congreso, ahora el desafío de aprobar leyes en Diputados surge en un escenario de incertidumbre y sin el principal referente cristinista de los últimos ocho años en actividad. El santafesino Oscar “Cachi” Martínez se desmarcó del gobierno nacional y no acompañó el proyecto de blanqueo de capitales. Una fuga que sumada a los sindicalistas Facundo Moyano y Omar Plaini, más la primera dama santacruceña, Blanca de Peralta, generan una gotera de votos cuyo poder de daño real no se podría determinar hasta después de las Paso (primarias), cuando el peronismo reconfigure, o afiance, sus esquemas de poder territorial.
Otra posible mudanza
Con el bloque de diputados descabezado por la partida de Rossi, la multikirchnerista La Cámpora pasará a ejercer el poder real. Influencia que podría volverse aún mayor si se confirma, como adelantó Ámbito Financiero, la partida de Domínguez también con destino ministerial, probablemente a la cartera de Interior, que hoy comanda Florencio Randazzo.