Juan Pablo Di Lenarda Pierini / Especial para El Ciudadano
La desidia del gobierno ultraderechista del presidente Ivan Duque, del partido Centro Democrático colombiano, despertó el estado de alerta dentro de los movimientos políticos, sociales y de la diversidad sexual de Colombia. Cada cuatro días se suman nuevos nombres de líderes campesinos e indígenas víctimas de ataques o asesinatos por agentes estatales o grupos armados ilegales, lo que genera un inminente pedido de protección política y de seguridad a diferentes organismos Internacionales de Derechos Humanos.
Bajo esta coyuntura política nace Acida Gutierre, una activista Drag que además de hacer shows performáticos, cantar e incluso impulsar su propia marca de indumentaria, es guía turística Cuir en una de las ciudades más violentas de Colombia y América Latina.
“Acida tiene un discurso militante, utiliza la moda precolombina para reflejar la esencia indígena de nuestro país, como así también expresiones y manifestaciones que rompen con la hegemonía impuesta” afirmó Acida convencida mientras se llenaba de polvo los pómulos.
El término drag queen –persona que se monta del sexo opuesto con la intención de burlarse de las nociones tradicionales de la identidad y roles de género– tal como lo entendemos hoy en día, tiene su origen en un gesto político. Muchas organizaciones de diversidad sexual hace décadas atrás, lograron apropiarse de esta identidad para convertirla en una bandera de lucha. Lo Queer, o Cuir si lo traducimos a nuestra fonética, expone, impulsa y potencia una identidad que además de ser sexual, es política.
Acida no se oculta las cejas, no usa pelucas, ni tampoco cubre sus genitales, al contrario logra explorar el cuerpo por medio de su androginia, visibilizando un rostro indígena de labios groseros con un cuerpo que trasciende cualquier signo de biologicismo. Confusión, contradicción e incluso morbo, son algunas de las sensaciones que destacan aquellos que la han cruzado arriba de algún escenario o en los propios recorridos turísticos Cuir por Medellín.
“Siempre se deja lo indígena por detrás, y como toda drag es política desde lo hegemónico o no, yo prefiero hacerlo desde mis raíces, expresando la esencia latino Americana” aclaró la artista.
Ser LGBTQI+ en Colombia
Colombia presenta un gran déficit de información LGBTQI+ debido a su retraso histórico por el conflicto de guerra que vivió durante 50 años, consolidando una mayor vulnerabilidad en las mujeres y la misma comunidad LGBTQI+. El propio Estado impulsó hace pocos meses un Censo Nacional para este colectivo que despierta controversias. Para muchos es una forma de persecución política por parte del gobierno actual y para otros es una posible herramienta del Estado colombiano para proyectar nuevas políticas públicas.
Desde el año 1999 al 2015 se presentaron 18 proyectos de ley para reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo, pero ninguno prosperó hasta el año 2016 donde la propia Corte Constitucional convirtió a Colombia en el cuarto país después de Argentina, Brasil y Uruguay en ponerle fin a esta incertidumbre y reafirmar este derecho para las personas LGBQI+.
Según los últimos datos oficiales en el país hay 1.795 casos LGBTQI+ en el Registro Único de Victimas de Conflicto Armado, y fueron asesinadas 110 personas del colectivo – el mayor número desde el año 2012 – de los cuales el 39% de los homicidios fueron motivados por prejuicios hacia la orientación sexual o identidad de género.
“Recién estamos saliendo de una época muy oscura, hace unos meses la policía multó a una pareja gay en un centro comercial por estar besándose” dijo Acida y agregó “tenemos una población diversa, cuirs y no binaries estamos en las calles mostrándonos y militando. Muchas personas repudian la violencia y la discriminación y esa es una batalla ganada que es nuestra”.
Aunque Colombia aún cuente con una gran deuda por la igualdad, y los grupos antiderechos sigan creciendo en toda América Latina, los colectivo LGTBQI+ siguen consolidando un movimiento que tiene más conquistas que derrotas.
Turismo Cuir
“Medellín es todo lo bueno y lo malo de Colombia, puede resultar la ciudad más innovadora del país, pero también la que más asesinatos carga”, sostiene una marica colombiana.
Hoy Acida vive en una Mansión ostentosa con grandes ventanas que dan a la calle en Prado Centro, uno de los barrios más pintorescos de Medellín. Es un territorio no muy visitado, donde abundan los geriátricos, inmigrantes y las trabajadoras sexuales.
“Estas mansiones congregaron históricamente a los familiares de la corona que llegaron a Medellín, y fueron abandonadas a principios del siglo pasado por la gran cantidad de secuestros, atracos, robos y asesinatos que se vivían por el conflicto armado” relató Acida y expresó entre risas irónicas “todas esas personas se fueron a la zona internacional de Medellín, ahí están más alejados del territorio de los desplazados y están más seguros”.
Hace tres años que Acida Gutierre se dedica al turismo Cuir en Medellín, cansada de la visión hegemónica que establecían las empresas turísticas del país, decidió ofrecer un recorrido de la Medellín de Pablo Escobar diferente.
“El tour Cuir, es una experiencia densa y compleja porque enfatizamos en el acercamiento con la violencia generada por el conflicto” expresó la drag y afirmó: “Los que vienen tienen el privilegio de recibir información, y comprender mejor la ambigüedad de la guerra, ya no buscan buenos y malos dándose cuenta que todo es más complejo”.
Los lugares a recorrer en el tour van estar determinados por los gustos e intereses de quienes quieran conocer la ciudad, pero hay personajes y espacios que son claves como Pablo Escobar, la casa de la memoria, alguna cafetera para estar en contacto con el café más rico del mundo en todas manifestaciones, e incluso fiestas junto a dragas y artistas.
