Laurita Botero Botero / María Florencia Guzmán**
El 31 de diciembre de 2019 se notificó el surgimiento de un nuevo brote de enfermedad por Coronavirus en la ciudad de Wuhan (República Popular de China), nombrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Covid-19, una enfermedad infecciosa descubierta recientemente dentro de esa familia virósica que causa infecciones respiratorias que van desde niveles leves como el de un resfriado común hasta un nivel de mayor afectación como el de síndrome respiratorio agudo severo, e incluso la muerte.
Dicha enfermedad fue declarada por la OMS como pandemia el 11 de marzo de 2020, debido a su rápida propagación y grave evolución de muchísimos casos en el mundo. Inicialmente se encontraba en China y en países vecinos, pero en la actualidad ya hay casos activos en los cinco continentes en más de 57 países.
Esta pandemia está paralizando al mundo, no sólo por el coste de vidas humanas, sobre todo en aquellos países con abundante población longeva y problemas inmunológicos; sino porque además se han tenido que adoptar diferentes medidas para la prevención del contagio y disminución de su propagación en los diferentes países.
Esto trae aparejado repercusiones políticas y sociales como las del cierre de fronteras para evitar el ingreso de personas de origen de un país afectado, la cancelación de viajes hacia el exterior y de turistas extranjeros, la suspensión del servicio educativo en todos los niveles, la cuarentena obligatoria o voluntaria, el aislamiento tanto para las personas infectadas como las no infectadas, la implementación de la modalidad de teletrabajo para continuar con la actividad laboral, y campañas de control y sanitarias, entre otras.
Sin embargo, los medios de comunicación todavía no les han otorgado la importancia necesaria a los impactos económicos generados por el Covid-19, por lo que este material pretende hacer una mención sobre las consecuencias de esta pandemia en la economía internacional y en la nacional.
Aunque China hubiera podido contener el virus dentro de sus fronteras, al encontrarnos en un mundo globalizado, el impacto económico que el virus generó en el país de origen, también hubiera repercutido a nivel internacional, debido al rol primordial que ocupa el gigante asiático en las cadenas globales de valor, siendo una pieza clave dentro de las mismas.
Economías afectadas
Actualmente, las economías más afectadas junto con la de China son la de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Vietnam y Corea del Sur, y según un estudio realizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), la pandemia trajo aparejada una perdida estimada de 50 mil millones de dólares.
A su vez, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), estima que en el presente año habrá una contracción del 0.5% en la economía a nivel mundial, contrariamente al crecimiento que se esperaba antes del brote del Coronavirus.
Al mismo tiempo, informes de Naciones Unidas han revelado que los rubros más afectados por la presente contracción económica son la fabricación de instrumentos de precisión, maquinaria, automóviles, sector tecnológico, manufacturas y la industria turística junto a la de la aviación.
También se tiene como repercusión económica el atraso y restricción de importación de bienes y servicios, que frenará y debilitará los intercambios comerciales entre países y el funcionamiento de las cadenas globales de valor.
Adicionalmente, con el fin de afrontar la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial, se encuentran ofreciendo diferentes líneas de crédito para aquellos países que tengan sistemas de salud vulnerables y poco eficientes, con el objetivo de contener el virus, y que este no siga repercutiendo negativamente en la economía ni cobrándose más vidas.
Ahora bien, en lo que respecta a la economía local, el Covid-19 profundizara la recesión económica argentina, llevando a una caída mayor del PBI, aproximadamente del 2%, lo que implica una pérdida en la generación de bienes y servicios.
El primer sector afectado es el agropecuario, en el que habrá una baja en los precios de las materias primas, debido a la menor demanda mundial, y asimismo se caerán las exportaciones y habrá una menor recaudación fiscal.
El segundo sector afectado de manera inmediata es el turismo, sobre todo el esperado para la temporada de invierno, por las restricciones de viajeros de zonas afectadas al país, ya que se esperaba un gran ingreso de turistas de China, Europa y Brasil.
También se generarán pérdidas económicas para las aerolíneas que operan en el país ya que están forzados a cancelar vuelos y a reprogramarlos por la actual medida de suspensión de 30 días de los vuelos internacionales provenientes de zonas afectadas por el virus (medida adoptada por el gobierno de Alberto Fernández en el Decreto de Necesidad y Urgencia del 12 de marzo de 2020), y que, posterior a la suspensión, costará reorganizar, se trate del calendario y/o de la frecuencia de vuelos para cubrir las necesidades de los pasajeros.
De igual manera, se han cancelado y suspendido eventos musicales, culturales y deportivos masivos en todas las zonas afectadas, decisión igualmente adoptada por el gobierno argentino en el decreto de necesidad y urgencia; lo que generara pérdidas millonarias para dichas industrias.
Menores niveles de consumo y de producción
Por otro lado, el aislamiento ordenado en Argentina implica menores niveles de consumo y de producción, por ejemplo, en lo relacionado al ensamblaje de electrónicos y electrodomésticos.
Tales cuestiones se verán frenadas cuando se acaben los insumos y se retrase el abastecimiento de partes que son de China, Estados Unidos y Europa, lo que afectara gravemente a economías locales como las de la provincia de Tierra del Fuego.
En lo referente a la deuda externa, el país deberá renegociarla nuevamente y firmar nuevos acuerdos de reestructuración con mayores plazos y prórrogas de las jurisdicciones internacionales, junto con la caída de las bolsas internacionales y de los precios del petróleo; el incremento del riesgo país trepó por encima de los 2800 puntos.
¿Qué nos deparará el futuro? Ciertamente, lo que nos aguarda no es del todo alentador, la economía mundial está enfrentando una gran recesión que dudosamente se pueda combatir con agilidad.
Algunos países del primer mundo han optado por cerrar sus fronteras, como son los casos de Alemania y Dinamarca, y los sistemas de salud de los Estados del primer mundo están demostrando gran deficiencia a la hora abordar la pandemia del Coronavirus.
Un mundo completamente globalizado
En conclusión, este año habrá una economía apagada y de lento crecimiento, con una disminución en los flujos comerciales esperados que reforzarán las problemáticas que ya enfrentaba el neoliberalismo económico y la integración comercial.
En cuanto a Argentina, el Covid-19 no ayuda a la recuperación de la economía de este país sino a la profundización de la recesión económica y pone cada vez más cerca al país de la zona de default, por lo que se esperan múltiples perdidas para los principales sectores económicos afectados.
Por el momento, contener la propagación del virus resulta primordial, de modo que el mismo no continúe afectando las vidas de las personas más vulnerables, y a su vez, para que no siga afectando a diferentes sectores económicos en este mundo completamente globalizado.
**Abogada Universidad Externado de Colombia y licenciada en Relaciones Internacionales FCPOLIT-UNR respectivamente. Alumnas de posgrado (Maestría en Integración y Cooperación Internacional CERIR-UNR)