Los venecianos no salen de su asombro por el desastre causado por el “agua grande”, como denominan a la marea alta, que inundó y afectó al 80 por ciento de la ciudad turística en la noche de este martes.
Las devastadoras inundaciones siguen provocando malas noticias. El bien más precioso de Venecia: la basílica catedral patriarcal de San Marco corre riesgo de hundirse.
Uno de los bienes artísticos y espirituales más importantes del mundo es también el más vulnerable de la maravillosa ciudad construida no sobre tierra firme sino sobre millones de estacas de madera.
San Marco se encuentra en la parte más baja de la ciudad, donde las crecidas del “agua alta” se hacen más fuertes. Los cambios climáticos y la básica indefensión de Venecia que además fue castigada por vientos de cien kilómetros por hora en la noche de este martes que aumentaron las dimensiones del “desastre apocalíptico”, como lo calificó el gobernador del Véneto, Luca Zaia.
En Venecia, una cripta bajo la Basílica de San Marco quedó inundada por segunda vez en la historia. También se reportó daño en la galería de arte moderno Ca’ Pesaro, donde un cortocircuito provocó un incendio, y el teatro La Fenice, en donde las autoridades cortaron la electricidad como precaución después de que se inundara la sala de control.
El ministro de Cultura, Dario Franceschini, dijo que no se había reportado daño en las importantes colecciones de arte de los museos. Muchos sitios permanecieron cerrados a los turistas y La Fenice canceló conciertos.
El agua tenía un nivel tan alto que sólo ofrecían protección las botas hasta los muslos. El agua se filtraba por todos lados. Se colaba a través de los tablones que propietarios de tiendas y hoteles habían colocado frente a las puertas para evitar que entrara el agua.
Los turistas alojados en las plantas bajas de los hoteles tuvieron que pasar la noche en pisos superiores.
El sistema de barreras móviles submarinas, conocido como “Moisés”, pretende limitar las inundaciones en la ciudad. Pero el proyecto, al que se han opuesto grupos ambientalistas preocupados por los daños en el delicado ecosistema de la laguna, se vio demorado por sobrecostos y escándalos de corrupción, sin una fecha de finalización a la vista.
Estado de emergencia
El presidente del gobierno italiano, Giuseppe Conte, quien desde este miércoles se encuentra en Venecia, anunció que en el Consejo de ministros aprobó el estado de emergencia y las primeras ayudas para residentes y actividades comerciales.
Conte también adelantó que el próximo 26 de noviembre se convocará un comité interministerial, con la presencia de las autoridades locales, para “discutir los problemas estructurales de Venecia”, que se deben, remarcó, no sólo al “agua alta” sino también al paso de los grandes cruceros.