Cintia Caro tiene 33 años y fue víctima de violencia de género durante más de seis años. Es madre de dos hijos: Máximo (4) y Neemías (2), fruto del matrimonio con su ex pareja. Es una de las artesanas que vende sus productos en las ferias que tiene el área Economía Social del municipio, lo que ella siente fue una alternativa en medio de la crisis que atravesaba. Bautizó a sus productos “Mil Colores” y su slogan es «Artesanías para alegrar el hogar». “Elegí ese nombre porque a pesar de que pasé muchos días negros conocí otros colores”, contó a El Ciudadano.
El recorrido
Cintia es una de las supervivientes que puede contarla. Según contó su relación de pareja era un tormentoso y constante ir y venir. Un día su ex le pegó un rodillazo en la cabeza. Ella explicó que en ese momento perdió el conocimiento. La encerró y luego la amenazó: “Si vos salís viva, tu hijo va a salir muerto”, contó que le dijo después de la agresión. Ese día perdió mucha sangre y logró llegar a un centro de salud cerca de su casa.
“Estudiaba el profesorado de educación primaria, pero me tenía que hacer cargo de cinco chiquitos. Mis dos hijos y los tres de mi ex esposo. Sentía que no podía hablar con mi familia si no estaba él. Cuando conviví con él renuncié a todo. Me tenía que dedicar a los chicos y a la casa”, confesó la mujer.
En 2016, siempre según contó Caro, el hombre dejó a los cinco chicos en la calle y le dio una paliza. “Los chicos lograron abrir una ventana y mi hijo más chiquito se metió adentro de la casa y le pidió que me dejara de pegar”, relató Cintia. “Lo denuncié varias veces. Tiene una restricción perimetral de 200 metros, desde hace dos años. Desde entonces no ve a sus hijos”, explicó la mujer.
Cintia también sufrió abuso sexual cuando era chica. “Con ayuda psicológica y espiritual pude superar el trauma. No lo olvido. Quedan secuelas y se suma el maltrato de mi ex pareja”, confesó.
Cansada del maltrato y violencia diaria, Cintia tomó fuerza y dejó la casa. A los tres hijos de su ex marido los dejó en la casa de una tía y ella se fue a vivir con sus padres y sus dos hijos.
“Me fue a buscar a la casa de mis padres y se hacía el arrepentido. Mis hijos sufrían y vivían una continua violencia. No quería que crezcan en ese ambiente”, contó.
Cintia aseguró que estuvo muy deprimida y le costaba salir de su casa porque tenía miedo. Entró a una red de mujeres del centro municipal de distrito Sudoeste donde profesionales contienen a las mujeres que sufren violencia de género.
Cintia hizo los cursos y capacitaciones que ofrece el área municipal de Economía Social. Pasó los módulos formativos del ABC del Emprendedor y poco a poco se metió con la idea de iniciar una actividad autogestiva.
En junio de 2017 la convocaron para que sea parte de la feria de la plaza San Martín: allí ofrece cada lunes y miércoles cofres, baúles, porta pañuelos, paneras, almanaques, cajas y bandejas de desayuno, entre otras artesanías.
“Ir a la feria fue un desafío muy grande porque me costaba relacionarme con la gente. El primer día estaba muy nerviosa pero tengo buenos compañeros. Lo voy superando, salgo a la calle, hablo con las personas, sigo con la terapia, tomo decisiones. Pueden ser buenas o malas, pero son mías. Nadie me maneja”, contó la mujer.
Según la mujer, es reconocida por su trabajo. “Me dicen que inspiran armonía, que combino bien los colores y que son muy prolijos. También uso frases como «El corazón alegre hermosea el rostro». Para el día del niño, algunas de las que escribí fueron, «Soy valiente», «Soy fuerte», «Soy hermosa», palabras que me hubiesen gustado escucharlas de chica”, remarcó la mujer.
Capacitarse
Caro es una de las 1.500 vecinas y vecinos que trabajó en los cursos y capacitaciones de Economía Social durante 2016. El año pasado el número creció a 3.700 entre los talleres del programa Rosario Emprende para iniciar una actividad autogestiva o con algún pequeño emprendimiento familiar y los módulos formativos ABC del Emprendedor. Luego los conectan con los espacios de la Economía Social, como ferias habituales, ferias especiales, BioMercado, Mercado del Patio y Mercado de Aromas y Sabores.
Tal como publicó El Ciudadano, de las siete ediciones de los talleres participaron 100 organizaciones sociales. El programa Incubadora contó con la participación de más de 300 emprendedores y Rosario Cuida tu Idea, una iniciativa destinada específicamente a mujeres con emprendimientos sumó 140 asistentes. Por último, el espacio Espacio Emprende (Presidente Roca y el Río), inaugurado en septiembre, involucró a 720 personas en distintos cursos de capacitación y perfeccionamiento para emprendedores sociales.