En medio de una creciente ola de robos de cables de cobre, la ciudad de Rosario y sus alrededores enfrentan una situación crítica, llegando incluso a un robo a gran escala en Carcarañá, donde fueron vandalizados 3.500 metros de cable de cobre.
Los cables sustraídos pertenecen a una línea aérea de media tensión de 33 kilowatts, ubicada entre San Jerónimo Sud y el Parque Industrial Carcarañá. Este incidente no es un hecho aislado, sino que se suma a una serie de actos vandálicos que incluyen la vandalización de transformadores en subestaciones, según informó Esteban Rezza, vocero de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), en declaraciones a LT8.
Rezza expresó su preocupación al destacar que hasta principios de enero, el relevamiento realizado indica una pérdida de infraestructura de aproximadamente 2 millones de dólares en toda la provincia. Estos incidentes, que afectan tanto a zonas urbanas como rurales, repercuten directamente en la calidad del servicio para los usuarios, generando cortes en el suministro y perjudicando la tensión, afectando el funcionamiento de los electrodomésticos. Además, resaltó que el impacto económico se evidencia en la necesidad de adquirir insumos a precios dolarizados.
El vocero de la EPE no pasó por alto la conexión entre estos robos y los desarmaderos, lugares donde se reduce el material robado. Ante esta situación, planteó la posibilidad de considerar este delito como asociación ilícita.
Finalmente, Rezza hizo un llamado a la comunidad para que esté alerta y denuncie cualquier acto sospechoso. Se ofrecen varias opciones para denunciar, incluyendo el número de emergencia 911, el 0800-777-4444, o la plataforma virtual de la EPE.