La actual gestión de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) se prepara con cifras de costos en mano para la próxima Audiencia Pública, fijada para el 23 de abril, en la que adelantó que planteará un aumento de tarifas del 33,8 por ciento promedio.
La prestadora estatal comunicó que la propuesta que dará a conocer «contempla las necesidades financieras actuales, pero también se reconoce claramente que el contexto socioeconómico de la Argentina en general, y de la provincia de Santa Fe en particular, obliga a cuidar especialmente a los sectores sociales y productivos más afectados».
La EPE elevó a la autoridad de la audiencia pública del sector eléctrico la información asociada con la solicitud de actualización del 33,8 % promedio en su cuadro tarifario. El acto se desarrollará el próximo 23 de abril, en formato virtual, a través de videoconferencia por medio de la plataforma Google Meet.
La empresa recordó que los ingresos asociados al sostenimiento del servicio público de electricidad que presta la EPE, conocidos técnicamente como Valor Agregado de Distribución (VAD), se han mantenido inalterables desde marzo de 2019. No ocurrió lo mismo con el traslado a facturación de otras subas, como las del precio de la energía mayorista que compra a través del sistema integrado Cammesa.
La factura de una distribuidora eléctrica está conformada por la compra de energía, el valor agregado de distribución (VAD) y los impuestos municipales, provinciales y nacionales que se aplican a la tarifa.
Los números con los que la EPE apoya el pedido
Los costos de los principales insumos que utiliza la industria eléctrica, argumenta la EPE, han crecido sustancialmente en estos 27 meses sin tocar la facturación del valor agregado de distribución.
A modo de ejemplo, la empresa señaló que los transformadores de distribución incrementaron sus precios en más de un 66,5 %, las columnas de hormigón en más de un 50,1 %, los aisladores por encima de un 82,7 %, los conductores de aluminio en un 83,9%, el cable preensamblado de baja tensión arriba de un 90,6 % y el cable subterráneo en el orden del 60,7 %.
Con respecto a otras distribuidoras eléctricas de la región que pueden ser comparables por sus similares dimensiones, al mes de abril, Santa Fe se encuentra entre un 10% y un 42% por debajo en la tarifa para los consumos de 500 kWh en el sector residencial, 10% y 60% inferior para la demanda de 1.800 kWh, en el comercial y entre 7% y 76% para 3.500 kWh, según el segmento de usuario y consumo que se coteje y de acuerdo, siempre, con las cifras esgrimidas por la distribuidora santafesina.
La EPE puso sobre la mesa otro argumento para el pedido de aumento: el de los consumos subsidiados. Hay, dice la empresa, más de 250.000 usuarios con tarifas subsidiadas, de los cuales casi 165.000 son beneficiarios de la tarifa social provincial, 85.000 de la tarifa provincial jubilados, casi 700 electrodependientes, 1.800 instituciones deportivas y empresas recuperadas y más de 560 Parques Industriales.
