En pleno centro rosarino hay un pasillo que lleva a quienes lo atraviesan hasta el circo del futuro: allí se forman artistas de distintas edades en diversas disciplinas circenses. La Escuela de Circo El Ruedo funciona en Presidente Roca y 9 de Julio desde hace ocho años, pero en este 2020 que está a punto de comenzar deberá cambiar de locación porque la especulación inmobiliaria hará que otras personas utilicen el lugar con otros fines.
Por este motivo, este sábado por la tarde, artistas formados en distintas disciplinas circenses y artes urbanas se reunirán para salir al ruedo por última vez en la calle frente a ese espacio con dos objetivos fundamentales: despedirse con una fiesta y reunir fondos para poder afrontar lo que será la inminente mudanza a una nueva casa.
“El circo es una de las artes más antiguas de la civilización. Es un arte maravilloso que está dentro de nuestra cultura. Y el propósito de esta escuela es seguir transmitiendo las disciplinas circenses para que no se pierdan a lo largo de la historia. De hecho, la continuidad de este espacio de formación implica revalorizar, jerarquizar y fortalecer el circo heredado en nuestro país, que es el circo criollo”, sostuvo Liana Barrale, directora y fundadora de El Ruedo, en diálogo con El Ciudadano.
El Ruedo es una escuela que comenzó a funcionar en 2006 y que en 2011 se instaló en el galpón de Presidente Roca 1436. Para Barrale, transmitir a otros lo que significa el circo es una forma de evitar que se diluya un conocimiento específico. “Son técnicas milenarias que solían ser de transmisión familiar y que corren el riesgo de quedar en el olvido”, evaluó la artista, de vasto recorrido, quien además fue reconocida por la Escuela de Artes Urbanas (Emau) en el marco de la última y reciente edición del Festival Payasadas por su trayectoria como artista, entrenadora y directora de la escuela de circo que lleva adelante.
Salir al ruedo
El Ruedo tiene la forma de una Asociación Civil integrada por docentes, alumnos y alumnas. Por el espacio transita una población de 200 niñes, adolescentes y adultos que entrenan y se capacitan en diversas disciplinas artísticas. Entrar a El Ruedo cualquier día de la semana es ingresar en un universo de acrobacias en el aire y en piso, de malabares, colores y sobre todo de diversidad.
“El circo es una forma de vida y una profesión, porque lo que se aprende es una opción laboral a futuro para niñes, adolescentes y adultos. El desafío es transformarlos en artistas, invitarlos a que se enamoren de este arte y que puedan luego transmitirlo a otras generaciones”, detalló Barrale.
El espacio que sirve de casa a El Ruedo es alquilado, y este año se vendió a terceros, por lo que la Escuela de Circo salió a buscar un nuevo lugar donde poder seguir funcionando. Pero antes de dejar ese espacio emblemático para todos los que pasaron por alguno de sus talleres, habrá una fiesta en la calle para despedirse de ese galpón que les permitió existir durante tanto tiempo y para juntar dinero para afrontar la mudanza.
En la cita es este sábado desde las 18 en Presidente Roca entre 9 de Julio y Zeballos habrá espectáculos de varieté, números de circo y acrobacias aéreas. Pero antes de eso, las y los docentes de El Ruedo harán lo que saben hacer: enseñar. Y por eso se dictarán clases abiertas de circo, acrobacias aéreas y de piso, parada de manos y equilibrios, al tiempo que también habrá buffet de comidas y bebidas a precios populares y venta de rifas para reunir fondos. Si el clima no acompaña y llueve, no se suspende. Todo se traslada al interior de la escuela.
“Este no es un momento triste, es un paso para un crecimiento diferente, buscando construir otro espacio entre los entrenadores y los artistas. Acá dejamos mucha historia y por eso hay algo de melancolía, porque se vivieron muchas cosas en todos estos años. Pero se vienen cosas distintas, nuevas, y eso siempre es bueno”, remarcó Barrale.
Escuela con historia
“EL Ruedo es la única escuela independiente y autogestiva que hay en la ciudad enfocada a la formación de niñes y adolescentes en todas las disciplinas de circo, más allá de que sí hay otros talleres para algunas técnicas específicas vinculadas a lo circense y obviamente está la Escuela Municipal de Artes Urbanas”, dijo Barrale, quien reconoció en la Emau a una aliada.
“Los chicos que pasan por El Ruedo, en muchos casos, continúan luego con su formación en la Emau, y terminada esa formación, que es muy buena, regresan a El Ruedo a trabajar como entrenadores. Todo eso genera un vínculo muy interesante”, explicó Barrale quien reconoció que en estos años de trabajo en El Ruedo lo que creció notablemente fue el interés de los padres por acercar a sus hijos a la formación en circo, “como antes lo mandaban a hacer gimnasia o algún deporte”, evaluó.
Barrale, creadora que se formó en la Escuela de Circo Criollo y rescata los valores de una formación circense con una impronta propia y específica, habló de su último viaje. Durante este año, residió en Europa por tres meses (julio, agosto y septiembre) donde estuvo trabajando en festivales con su propio espectáculo, además de impartir clases en Málaga, Barcelona y París, donde ofreció su taller de cuerda indiana en la Ecole de Cirque Les Noctambules. “Lo que me llamó la atención en ese viaje fue que en el tránsito por España y Francia todos tenían conocimiento de la Escuela de Circo El Ruedo de Rosario; fue algo que sin que yo lo sepa se fue construyendo, armando con los años y me sorprendí mucho al enterarme”, dijo finalmente.
Para agendar
La despedida de El Ruedo Escuela de Circo será este sábado, desde las 18, con una fiesta en la calle abierta al público, en Presidente Roca 1436, con espectáculos y clases al aire libre, con entrada a la gorra y un buffet. La actividad no se suspende por lluvia