Sobre bulevar Oroño, a metros del parque Independencia, Rosario cuenta con una escuela municipal de música que lleva el nombre de Juan Bautista Massa, en homenaje al destacado músico y compositor argentino que vivió gran parte de su vida (y desarrolló la mayor parte de su carrera artística), en nuestra ciudad.
Massa nació en Buenos Aires un 29 de octubre de 1885. Rosarino por adopción, desde acá hizo un significativo aporte para enriquecer el campo cultural y el acervo artístico, no sólo de la ciudad sino del país. Compuso gran cantidad de música de cámara, varias operas y numerosas obras orquestales, siendo La muerte de Inca su obra más conocida. En marzo de 1915 fue becado por la Biblioteca Argentina y en el año 1924 fue designado profesor de la Escuela Normal de Profesores N°1, mientras seguía componiendo piezas como Vidalita, La muerte del payador, Ecos de la pampa, Nuevo pericón y gato, La cosecha de la algarroba, entre otras.
La Escuela Municipal de Música, una de las instituciones de obligada referencia de Rosario, lleva su nombre a modo de homenaje permanente a un artista que tuvo un vínculo especial con la ciudad. Ubicada en bulevar Oroño 1540 desde 1992, el centro educativo ofrece propuestas de formación musical en diversas especialidades, con diferentes metodologías y para variadas edades.
Los cursos se dictan entre marzo y noviembre de cada año y por sus aulas han pasado alumnas, alumnos y docentes que hoy forman parte del panorama musical local, nacional e internacional.
Método Suzuki
Con la incorporación, en el año 1999, del Método Suzuki de enseñanza, la escuela dio un salto cualitativo. Se trata de un método de enseñanza musical pensado para los más pequeños y basado en los principios generales del aprendizaje de la lengua nativa. Desde sus primeros años el niño puede aprender a tocar un instrumento en un clima similar al que necesita para comenzar a hablar.
En aquel entonces, el establecimiento sumó el Curso Suzuki de Guitarra que comenzó a funcionar con un grupo de 12 alumnos de 4, 5 y 6 años. Luego se extendió la propuesta, incorporando el Curso Suzuki de Piano y el de violín.
Actualmente, la institución contempla un Taller de Iniciación Musical (para niñas y niños de 5 a 7 años), un curso de Método Suzuki (para niños de 5 a 7 años. Capacitación en el uso del piano, guitarra, violín y violoncello); taller de Interpretación de la canción popular (mujeres desde 16 y hombres desde 18 años) y un ciclo de Capacitación Instrumental (con especialidades en flauta, fagot, clarinete, saxofón, trompeta, violín, viola, violoncello, contrabajo, bajo eléctrico, bandoneón, batería, piano, teclados, guitarra clásica, guitarra eléctrica, canto y repertorio) para personas de 16 a 42 años.
Además, en 2019, la Juan Bautista Massa abrió la inscripción para la carrera de instrumentista, la cual se enmarcó dentro de las tecnicaturas artísticas que tienen aval del Ministerio de Educación de la Nación, en su formato de Formación Artística Para las Industrias Culturales (FAPIC).
Un poco más de historia
El actual director de la Escuela, Julio Kobryn, además destacado saxofonista y clarinetista rosarino, brindó algunos detalles sobre los orígenes de la institución: “La Escuela se originó en torno a una banda infanto-juvenil. Se enseñaba trompeta, clarinete, saxo, trombón y otros instrumentos. Luego, a lo largo de la historia, fue cambiando de lugar. En una época funcionaba de 18 a 22 hs en un inmueble de Santa Fe y Sarmiento, hasta que se mudó a calle Oroño a principios de los años 90″, contó.
Pandemia y educación musical
En 2020, la pandemia causada por el covid-19 cambió todo, y por ende, también los modos de enseñar. Se reemplazaron pupitres y aulas, por pantallas y teclados. El desafío no fue menor, pero la educación fue garantizada.
Sobre esto, Kobryn afirmó: “La pandemia nos agarró justo cuando empezábamos con las clases, así que los ingresantes de la Formación Artística para la Industrias Culturales (Fapic), con especialidad en música popular en tango, jazz y folclore, no pudieron comenzar; sí quienes ya la estaban cursando».
«También arrancó el ciclo de capacitación instrumental y, por supuesto, las clases de niños con método Suzuki, con iniciación musical. Para las clases utilizamos distintos tipos de redes: desde audios y llamadas de Whatsapp, a clases individuales y grupales por Zoom, Skype, Google Meet o Jitsi, todo dependiendo del acceso que las y los alumnos tuvieran. Sin dudas, fue una experiencia distinta y difícil en algún sentido, pero el resultado ha sido positivo. Hasta se han organizado conciertos de alumnos por streaming y un encuentro interprovincial a través de esta modalidad”, explicó.
La importancia de la Escuela en la educación local
Como centro formador y educativo, la Escuela Juan Bautista Massa se destacó siempre por la calidad de la enseñanza y sus contenidos. Ex alumnas y ex alumnos que han pasado por sus aulas son muestras de ello. Javier Robledo (Cielo Razzo), Matías Damato (bajista de Matías Damato Band, Coti y All The Hats), Rosina Scampino (baterista, actualmente radicada en Estados Unidos) son sólo algunos de los nombres destacados que han transitado por allí, entre partituras, corcheas, acordes, notas y grooves.
Sobre la relevancia que ha tenido la institución en la educación musical rosarina, Kobryn relató: “Históricamente la Escuela Municipal de Música ocupó el lugar de Escuela de Capacitación, es decir, una institución que no daba un título habilitante, con la única excepción de un profesorado que tenía que ver con Educación Musical y que dio un título habilitante hasta que cerró porque no pudo adecuarse a las nuevas exigencias de la ley de Educación”.
“Esos alumnos y alumnas –recuerda Kobryn- pudieron terminar el cursado en la Escuela Provincial. Cuando cerró ese profesorado, pensé que teníamos que hacer algo para llenar ese vacío, porque teníamos un curso que daba una titulación y, de repente, no lo teníamos más. Ahí fue cuando se crearon las FAPIC, la Formación Artística para la Industrias Culturales, un programa del Ministerio de la Provincia en el cual nosotros tenemos un curso de tres años con una especialidad a la música popular».
«Hicimos eso porque justamente eso es algo que no se da mucho en Rosario en las demás escuelas. Aquí se dan tres orientaciones; jazz, folclore y tango, junto con un cuerpo docente de especialistas en cada una de esas áreas. Creo que ha sido un gran logro de estos últimos años y me siento especialmente orgulloso, porque hubo un gran trabajo a la hora de armar esos tres programas”, remarcó el directivo y músico.
Capacitación instrumental, método Suzuki y orquesta
Además de las Fapic, la Massa tiene en cuanto a capacitación instrumental algunos aspectos que otras escuelas, más bien de corte clásico, no presentan: “Desde hace dos décadas, aquí hay instrumentos vinculados a la música popular: bandoneón, batería, bajo eléctrico, guitarra eléctrica y otros”, sostuvo su director.
Otro punto a destacar es la incorporación del mencionado método Suzuki y el curso de iniciación musical para niñas y niños a partir de 4 y 5 años. Luego, para infantes más grandes, se capacita a través de instrumentos como violín, violoncello, piano guitarra y flauta traversa.
“Somos la primera escuela pública de Rosario que incorporó el Método Suzuki y realmente toda la oferta educativa es muy amplia. Además, está la Orquesta académica, abierta a la comunidad, donde puede interpretarse tanto una pieza clásica de Beethoven como un arreglo de música popular. Eso también es importante: hay una enorme diversidad de géneros musicales que se abordan en la escuela y para eso se necesita tener sí o sí profesores muy especializados en cada especialidad”, agregó Kobryn.
Cuerpo docente
Grandes instrumentistas han aportado su experticia y su conocimiento al servicio de la institución, dándole relevancia y una enseñanza significativa para las y los alumnos.
Sobre por este punto, Kobryn, rememoró: “Aquí ha dado clase gente como Mariano Loiácono; Ernesto Jodos dictó masterclasses; Jorge Fandermole es otro docente destacado en la parte de folclore. La verdad es que no quiero nombrar, porque para mí son todas y todos excelentes y se los puede ver tanto dando clases como en arriba de un escenario: músicos desde Bonzo Morelli a Carlos Casazza, Marcelo Stenta; incluso yo mismo toco habitualmente», dijo.
«También otros como Leonardo Piantino, Rosina Scampino, Gustavo Marozzi, Gabriel Scampino, Adrián Pistono, Luciano Ruggieri, Sebastián Mamet, Javier Allende… Sería imposible nombrarlos a todos. Se me escapan algunos nombres, pero realmente hubo y hay una gran excelencia”, añadió.
Voces de ex alumnas y alumnos
Como centro formador, la Escuela Municipal de Música ha dejado huella en alumnas y alumnos que hoy están insertos en el panorama musical local, nacional e internacional. En este último caso, la baterista Rosina Scampino es una de ellas: asistió a la institución de Oroño al 1500 desde 2001 hasta 2009. Scampino actualmente reside en Boston (USA), ciudad en la ingresó al Berklee College Of Music, una de las universidades de música más prestigiosas del mundo y de donde han salido bandas y artistas como Dream Theater, Brandford Marsalis, John Mayer, Steve Vai, John Scofield y Quincy Jones, entre otros.
En relación a su paso por la escuela, la baterista rosarina recordó: “Mi formación como baterista estuvo ahí y la verdad es que tengo mucho aprecio por la escuela. Es una institución muy importante para la ciudad y tiene una relevancia vital, sobre todo en la formación de música no clásica. Es un lujo para las y los rosarinos que exista la Escuela», mencionó.
«También fueron muy importantes para mí los Ensambles de Rock y Fusión. Participé de ellos bajo la dirección de Carlos Casazza; ello me puso en contacto con un montón de gente como Lucrecia Aragón, Noelía García y otros bateristas como Tobías Gómez y Maximiliano Giannazzo: estábamos todo el día allí pasándonos música, estudiando, ensayando; fue una época muy linda”, agregó.
“Además participé en la Big Band dirigida por Leonardo Piantino, tomé cursos con Ernesto Jodos y más. Creo que aproveché muy bien a la Escuela y mi carrera musical actual mucho tiene que ver con el hecho de haber pasado por allí”, aseguró la baterista, que luego recaló en el Conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires, volvió a Rosario, estudió con Daniel “Pipi Piazzolla”, dio clases en la UNR como Ayudante de Cátedra junto a Bruno Rositto y llegó posteriormente al Berklee College Of Music de Boston en 2015, donde terminó la Licenciatura y aplicó para la Maestría Global Jazz Institute.
Sobre su experiencia en USA, relató: “Fue una oportunidad tremenda, pude estudiar con gente como Danilo Pérez, John Patitucci, Joe Lovano, Adam Cruz y otros. ¡Todavía estoy procesándolo! Terminé ahora en julio de 2020 y veré cómo continúa la cosa. Sigo en Boston y, por el momento, está todo muy parado por la pandemia. Espero poder grabar a principios del año que viene”.
Compañero de aulas de Scampino por esos años, Maximiliano Giannazzo, baterista sesionista de Cuti Aradas, Mula, J-Fet y Humo Seller entre otras agrupaciones, también valoró su recorrido por la institución:
“Mi paso por la Escuela Massa fue una experiencia muy estimulante y gratificante. Pude estudiar con una gran docente como Sebastián Mamet y me integré a los distintos ensambles musicales de tango y fusión.
En cuanto al conocimiento adquirido a través del ciclo de capacitación instrumental en batería, creo que el programa estuvo muy bien organizado, lo cual me permitió acceder a un detalle generalizado sobre distintos estilos musicales, técnicas, lectura y más”.
Giannazzo, al igual que Scampino, resaltó no sólo la formación musical sino el aspecto primordial del vínculo humano. “Tuve una excelente base y eso me permitió crecer mucho y conectar con grandes músicas y músicos, además de darme la oportunidad de tener experiencias en vivo. Fue un gran trampolín en cuanto a lo educativo, tanto musicalmente como en lo humano. Gracias a la Escuela pude tocar luego con Bonzo Morelli o la cantante Ayelén Kelly, que participó por aquellos años en el ciclo televisivo Operación Triunfo”, concluyó.
La Escuela Municipal de Música de Rosario no solo lleva el nombre de Juan Bautista Massa, sino que con su alto grado de compromiso y excelencia educativa, le rinde permanente homenaje a una de las figuras más destacadas de la cultura rosarina.