“La esencia de la escuela Sarmiento es, desde su inicio, hacer desarrollar en el chico toda la parte expresiva, artística. Su expresión corporal. Que puedan manifestarse a través de distintas habilidades y que sean referentes de la escuela. Por eso fue que decidimos reacondicionar al teatrillo y reorganizamos la biblioteca” afirmó la directora de la escuela Nº 55 Domingo Faustino Sarmiento que, entre muchas actividades, puso en valor dos espacios que dan un nuevo enfoque al aprendizaje, lo que se realizó con el esfuerzo de docentes y la colaboración de la comunidad.
“No es un espacio nuevo. A esto lo empezamos a hacer con los padres, con los chicos, con la gente de la comunidad que donó. Hubo mamás que donaron las cortinas, las telas. Recuperaron un espacio que tenía su uso pero le dimos más valor. Pusimos el telón, las cortinas, pintamos. Se embelleció toda esa parte para darle otra impronta”, relató Mariel Aichino al hablar del “Teatrillo”, un lugar que sirve para que los alumnos y maestras monten obras teatrales como otra forma de aprendizaje.
En ese sentido, la directiva de “La Sarmiento”, de Buenos Aires 975, afirmó que esos espacios nunca fueron olvidados “porque siempre se los utilizó. Las obras de teatro se seguían realizando, los chicos lo seguían usando, las docentes llevaban los cuentos que leían en el aula y los adaptaban para que los chicos pudieran dramatizarlos y hacerlos nuevamente protagonistas, como siempre se hace en esta escuela con las diferentes habilidades que tienen los chicos”, señaló Aichino y afirmó que la biblioteca escolar tiene la misma importancia en la enseñanza que las aulas porque son lugares donde los chicos se familiarizan con los libros.
Además, la directora confirmó que la frase “la escuela la armamos entre todos” no es una oración vacía de sentido para “La Sarmiento” porque tanto docentes, padres y vecinos, colaboran en todas los objetivos que se propone la escuela.
“La comunidad colabora. Para las obritas que hacen los chicos, los padres hacen la escenografía, participaron en el libreto, en la adaptación que hace la profesora de lengua para que algunos cuentos puedan ser llevados al teatro. Los padres siempre están aportando, siempre están presentes porque la educación no solamente se da desde la escuela sino también comienza en la familia. En la escuela se continúa”, concluyó Aichino.