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La Estación Terrena de Balcarce debutó con la misión Apolo 11 y cumple 50 años

La estación inició las comunicaciones por satélite con la emisión del alunizaje de la misión Apolo 11 y dos meses después, el 20 de septiembre de 1969, transmitió durante su inauguración oficial una bendición del papa Pablo VI a la Argentina desde el Vaticano

La Estación Terrena de Balcarce, que inició las comunicaciones por satélite con la emisión del alunizaje de la misión Apolo 11 y dos meses después, el 20 de septiembre de 1969 transmitió durante su inauguración oficial una bendición del papa Pablo VI a la Argentina desde el Vaticano, cumple 50 años con el desafío de actualizar su tecnología.

«Hace 50 años comenzó el cambio en el país en cuanto a las comunicaciones internacionales», contó a Télam Luis Arabia, uno de los 27 técnicos que construyeron la Estación ubicada en el kilómetro 48 de la Ruta Nacional 226, que une las localidades bonaerenses de Mar del Plata y Balcarce.

Su inauguración oficial fue el 20 de septiembre de 1969 en un acto del que participó el presidente de facto general Juan Carlos Onganía, en el que se realizó la transmisión en directa desde el Vaticano con el saludo del Papa.

Pero dos meses antes, desde allí se emitió la primera señal satelital en el país, con la llegada a la Luna de la Apolo 11 a través del satélite Intelsat III.

«Fue algo casi inesperado porque no habíamos terminado de instalar el equipamiento ni completado las pruebas de funcionamiento, sobre todo el sistema de seguimiento automático de la antena. Estuvimos varios días buscando a manivela el satélite que transmitía el alunizaje», relató Arabia, que por entonces tenía 21 años.

Finalmente el objetivo fue alcanzado.

«Por suerte todo el enlace de televisión hacia la Capital estaba listo y funcionando perfectamente. El alunizaje pudo transmitirse y verse en todo el país», evocó.

Arabia, que había obtenido el título de Técnico en Telecomunicaciones con orientación en Electrónica en su secundario, fue capacitado por unos seis meses en la ciudad de Buenos Aires por un ingeniero italiano de la empresa de comunicaciones satelitales Telespazio SPA contratado por la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) antes de llegar a Balcarce, donde vive hasta hoy.

«Viajamos en micro a Balcarce con unos 15 compañeros y al llegar a la terminal a las cinco de la mañana, el chofer nos llevó directamente a las viviendas compradas especialmente para nosotros, ya que nuestra oferta de trabajo incluía casa y transporte», recordó con nostalgia.

«Una vez allí, a partir del mediodía empezaron a circular autos y camionetas con familias que miraban hacia el edificio y nos saludaban como si fuésemos de otro planeta y daban vueltas a la manzana para volver a saludarnos. ¡Fue muy emocionante!», insistió.

La Estación Terrena se ubica en un amplio valle rodeado por las sierras La Vigilancia y El Volcán, un área en la que se forma una «olla» natural, un denominado «pozo de silencio» para evitar perturbaciones electromagnéticas e interferencias.

Su puesta en marcha comenzó en julio de 1965 durante la presidencia de Arturo Illia cuando la Argentina ingresó en el sistema del consorcio internacional Intelsat, y en 1966 su explotación quedó a cargo de Entel.

Un año después, otra empresa italiana, el Consorcio para el Sistema de Telecomunicaciones Vía Satélite, ganó la licitación internacional para la construcción y el entrenamiento del personal argentino.

«El día de la inauguración yo estaba en el turno y mi tarea operativa era la de controlar los canales telefónicos y el enlace a Mar del Plata, aunque sabíamos que todo iba a salir bien», continuó Arabia, quien recordó que en el lugar estaba Onganía, embajadores y más de mil personas que se habían congregado en las puertas del edificio.

Obdulio Siffredi, un ingeniero militar que fue el primer jefe de la Estación Terrena de Balcarce y participó de la inauguración, contó a Télam que «su puesta en servicio permitió que la Argentina acompañara en tiempo y forma el desarrollo y la evolución de las comunicaciones internacionales».

El mayor retirado recordó que al culminar los actos celebratorios «fue servido un asado para cuatro mil personas en el Club El Pato de Balcarce».

Marcelo Blanco, actual jefe de la Estación Terrena de Balcarce, que administra la empresa Telefónica desde mediados de los 90, planteó a Télam que «hoy está en plena expansión y actualización de las tecnologías del mercado. Contamos con un parque de 54 antenas para trabajar en distintas bandas de frecuencia».

De cara al futuro, «hay que encarar nuevos desafíos para brindar servicios de excelente calidad, comparativamente similares a los brindados por fibra óptica pero con una reducción ostensible de la demora», agregó.

«Desde 2017 somos cabecera de la plataforma de Video Movistar Play (OTT) y Movistar TV (IPTV), proyecto insignia de la compañía. Tenemos el Know How que nos permite proyectarnos hacia el futuro con más y mejores servicios», destacó Blanco.

 

Mar del Plata vio el alunizaje segundos antes que el resto del país

 

El 21 de julio de 1969 Mar del Plata fue la primera ciudad de Argentina que recibió la imagen del alunizaje de la Misión Apolo 11, debido a que el enlace radioeléctrico que emitió la Estación Terrena de Balcarce fue recibido en el emblemático edificio de Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) de la ciudad balnearia, y segundos después por cable coaxil llegó a Buenos Aires, desde donde se distribuyó al resto del país y a Uruguay.

«Contado así parece muy sencillo, pero pasaron 50 años. Las comunicaciones comenzaban a florecer en 1969 y el satélite activo era el medio más moderno que permitía, como ningún otro, el enlace entre puntos muy distantes entre sí y establecer un gran número de comunicaciones simultaneas», contó a Télam Miguel Rosarno, creador del Museo de las Telecomunicaciones de Mar del Plata.

Aunque no está activo, el lugar dispone de gran cantidad de material y equipos que formaron parte de la primera transmisión satelital, realizada desde la Estación Terrena de Balcarce, el 20 de julio de 1969, dos meses antes de su inauguración oficial.

Para Rosarno, «esto marcó el punto de partida para la vinculación de nuestro país con el sistema mundial de telecomunicaciones».

«En el primer año, el servicio internacional de comunicaciones vía satélite generó un millón y medio de minutos en telefonía; 22.400 minutos en radiodifusión; y 4.730 minutos en TV. Al año siguiente casi se duplicaron estas cifras», detalló Rosarno.

Con respecto a la transmisión del alunizaje, recordó que «Mar del Plata no disponía de gran cantidad de receptores de TV y los aparatos se comercializaban en pocas casas no especializadas como Sacoa Muebles, Tiribelli, Nylon Plastic, lo que determinó que la llegada del Apolo XI a la Luna no fuera visto por muchas personas».

«Aunque la expectativa era importante y eso hizo que los marplatenses se nuclearan en casas donde había alguna TV», señaló.

Con el correr de los días el cine capturó las imágenes del la llegada a la Luna y fueron reflejadas en los noticieros cinematográficos.

No faltaba tanto para las transmisiones en vivo y en directo en la TV color, donde resultaron una popular atracción las carreras de Fórmula 1 donde se destacaba Carlos Alberto «Lole» Reutemann

«Cada vez que había una, un gran número de marplatenses iba en caravana hacia la Estación Terrena de Balcarce, donde podían disfrutar de las alternativas en el microcine ubicado allí, hasta que empresas de cinematografía realizaron contratos con ENTEL para recibir la señal y comercializarlas en sus salas exhibidoras», recordó Rosarno.

Las transmisiones se ampliaron a partidos de fútbol, boxeo, recitales y eventos mundiales de relevancia, acotó.

Por esos años se podían ver esos eventos en televisores en blanco y negro, ya que la TV color llegó poco antes del Mundial de Fútbol de 1978.

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