Search

La estrategia: que el Fondo Monetario Internacional se haga cargo de sus errores

La delegación que vino a Buenos Aires a sondear el panorama después de las PASO hubiese preferido encontrar un candidato presidencial más amistoso, amigable con los mercados y dispuesto a colaborar con el gobierno en el tembladeral en que se metió

Por Marcelo Colombres / Tiempo Argentino

No era lo que el Fondo Monetario quería escuchar. La delegación que vino a Buenos Aires a sondear el panorama después de las PASO hubiese preferido encontrar un candidato presidencial más amistoso, amigable con los mercados y dispuesto a colaborar con el gobierno en el tembladeral en que se metió. Lejos de eso, el Frente de Todos marcó diferencias ya no con el oficialismo sino con el propio FMI, al que señaló como corresponsable, junto a Mauricio Macri, del actual estado de situación.

“Alberto Fernández coincide con los cuatro objetivos principales del acuerdo con el FMI, a saber: recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública. De estos cuatro objetivos no sólo ninguno fue alcanzado, sino que todo empeoró”, acusa el comunicado difundido después de la reunión de este lunes. El FdT también denunció que la plata que entra al país por el préstamo se está yendo como fuga de capitales, en violación de la carta orgánica de la entidad. Y exigió que “quienes han generado esta crisis, el gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina”.

Puede haber sorprendido el tono de los reproches, pero no su contenido. “No cambiamos nada de lo que veníamos diciendo últimamente. No estamos para cogobernar”, dijeron desde el entorno del candidato más votado en las primarias. El documento volvió a hacer eje en el crecimiento, la producción y el empleo como pilares de un modelo alternativo al actual, tal como lo viene haciendo Fernández en todas sus declaraciones.

Lo que desacomoda al Fondo es que se lo involucre tan directamente en la crisis argentina. El organismo siempre se guarda el papel de un simple veedor o consultor y descarga en los países la responsabilidad de los planes de ajuste acordados. Pero en este caso, en Washington están flojos de papeles o precisamente por culpa de los papeles. Una mirada retrospectiva a los informes escritos por sus auditores y aprobados por los directores demuestra que desde que se firmó el acuerdo original, hace apenas 14 meses, la entidad cometió gruesos errores de apreciación y diagnóstico. Por eso terminó corriendo detrás de los hechos, aprobando insólitos giros en el aire (el manejo de las reservas y el tipo de cambio es un ejemplo) y modificando pronósticos de inflación y caída del PBI que quedaban viejos de una revisión a otra.

El documento plantea el escenario que el Frente de Todos busca construir si llega al poder: dejar en claro que el Fondo ayudó a Macri a armar el lío que armó y que por lo tanto tendrá que colaborar en la solución, ya sea negociando vencimientos, extendiendo plazos o avalando alguna ingeniería que permita pagar la inmensa deuda que espera en el próximo período presidencial, y que incluye U$S 44 mil millones a devolver al propio organismo hasta 2023. Es, en definitiva, un reclamo de que el Fondo se haga cargo.

Habrá que ver si estos reclamos hacen mella en el siempre orgulloso FMI. La sensibilidad social y la autocrítica no son, precisamente, sus puntos fuertes.

10