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La estrella de Belén, otro regalo del cielo para cerrar el año desde las terrazas

Desde este miércoles y hasta el día 21 se podrá observar la gran conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno que no se da desde hace 400 años

Pasar el tiempo en las terrazas y contemplar el cielo fue una de las costumbres de este extraño 2020, que así como obligó a recluirse durante largo tiempo, también le regaló espectáculos naturales maravillosos a aquellos que le tomaron el gusto a seguir el romance permanente entre el sol, la luna y las estrellas.

Y tras el magnífico escenario del eclipse de sol del pasado lunes, desde el miércoles y hasta la noche del 21 de diciembre el año se despedirá con una estrella de Belén única en 800 años.

Se trata de una gran conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno que no se da desde hace 8 siglos y que desde hoy fue fácilmente visible en el cielo del atardecer.

 

En 1610, el astrónomo italiano Galileo Galilei apuntó con su telescopio al cielo nocturno y descubrió las cuatro lunas de Júpiter: Io, Europa, Ganímedes y Calisto. En ese mismo año, Galileo también descubrió un extraño óvalo alrededor de Saturno, que observaciones posteriores determinaron que eran sus anillos. Estos descubrimientos cambiaron la forma en que la gente entendía los confines del sistema solar. Trece años después, en 1623, los dos planetas gigantes del sistema solar, Júpiter y Saturno, viajaron juntos por el cielo. Júpiter alcanzó y pasó a Saturno, en un evento astronómico conocido como «Gran Conjunción».

Los planetas parecen cruzarse regularmente entre sí en el sistema solar, con las posiciones de Júpiter y Saturno alineadas en el cielo aproximadamente una vez cada 20 años.

Entonces, ¿qué hace que el espectáculo de este año sea tan raro? Pasaron casi 400 años desde que los planetas pasaron tan cerca uno del otro en el cielo, y casi 800 años desde que la alineación de Saturno y Júpiter ocurrió por la noche, como ocurrirá en 2020, permitiendo que casi todo el mundo en todo el planeta sea testigo de esta «Gran Conjunción».

 

La alineación más cercana aparecerá con sólo una décima de grado y durará unos días. El día 21, parecerán tan cerca que un dedo meñique con el brazo extendido cubrirá fácilmente ambos planetas en el cielo. Los planetas serán fáciles de ver a simple vista mirando hacia el suroeste justo después del atardecer.

Para ver este fenómeno se recomienda buscar un lugar con una vista despejada del cielo, como un campo o un parque. Júpiter y Saturno son brillantes, por lo que se pueden ver incluso desde la mayoría de las ciudades.

Una hora después de la puesta del Sol, habrá que mirar hacia el cielo del suroeste. Júpiter se verá como una estrella brillante y será fácilmente visible. Saturno será un poco más débil y aparecerá un poco arriba y a la izquierda de Júpiter hasta el 21 de diciembre, cuando Júpiter lo superará e invertirán posiciones en el cielo.

¿Por qué la Estrella de Belén?

La Estrella de Belén es un icono religioso muy importante para la fe cristiana, por tradición suele adornar millones de pesebres alrededor del mundo cada año en Navidad. Esto es así porque, en el evangelio de San Mateo relata como unos magos de Oriente (los tres Reyes Magos), llegaron a Belén para adorar a Jesús recién nacido guiados por esa enigmática “estrella». El texto bíblico cuenta que, la luz señaló el pesebre donde se cobijaba la sagrada familia junto a Jesús de Nazaret, hace más de dos mil años.

Los tres Reyes Magos eran sabios religiosos, estudiaban el firmamento y conocían los sucesos que podían ocurrir en cielo futuro. Eran venerados como magos (astrónomos y astrólogos babilonios), estudiaban los planetas y las estrellas, interpretaban la simbología de los cuerpos celestes y los sucesos cósmicos.

En aquel momento un evento poco frecuente era considerado un presagio. Asumiendo entonces que existió realmente esta “estrella”, tuvo que haber sido un destacado suceso en el cielo como para llamar la atención y dejar un mensaje claro en los Magos.

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