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La ex pareja y un hijo del Pájaro Cantero suman condenas: 8 años para Lorena Verdún y 10 años para Gastón Schneider

Este miércoles se convalidó un proceso abreviado: la mujer recibió sentencia como jefa de una organización críminal, y el joven como miembro de ella. El accionar incluía “homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes”

Lorena Miriam Verdun, de 45 años, ex pareja del asesinado líder de Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero, resultó condenada este miércoles en juicio abreviado a la pena de 8 años de prisión como jefa de una asociación ilícita “que se dedicó a cometer delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad, contra la libertad, contra la administración pública, contra la seguridad pública, contra la fe pública y contra la salud pública”, en la ciudad de Rosario. La condena se sumó a una anterior, por lo que resultó en una pena unificada a 13 años de prisión. Junto a ella, y como miembro de la misma asociación ilícita, recibió una condena a 10 años de prisión Gastón Schneider, hijo del Pájaro Cantero con otra mujer.

Los jueces Nicolás Vico Gimena, Aldo Bilbao Benitez y Silvia Castelli, resolvieron homologar el procedimiento abreviado presentado por el Ministerio Público de Acusación, representado por los fiscales Luis Schiappa Pietra y Marisol Fabbro. En el proceso le atribuyeron a Verdún haber cometido los delitos de tenencia de arma de fuego de guerra, en carácter de autor en grado consumado, en concurso real con el delito de asociación ilícita en calidad de jefa, agravada por la participación de menores de edad.

A Schneider la Fiscalía le atribuyó los delitos de extorsión, en calidad de autor y en grado de tentativa, en concurso real con el delito de amenazas coactivas agravadas por uso de armas de fuego en calidad de instigador y en grado consumado; asociación Ilícita en calidad de autor y como miembro agravada por la participación de menores de edad. Como parte de sentencia se aceptó el ofrecimiento de una reparación económica de $500.000 destinada a instituciones públicas estatales.

En la acusación ambos, junto Luciano C., Erica B. y Dylan B., junto a un menor de edad y otras personas formaron parte de una organización criminal que se sostuvo en el tiempo y procuró “ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario y excluir de allí a bandas antagónicas, con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas” para las que además buscó su expansión territorial. “Para llevar a cabo ese objetivo –dice la sentencia– los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros: homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes”.

La resolución judicial también describe que la organización criminal “se compone por un grupo de personas que converge mediante un acuerdo de voluntades, estable (en el sentido de permanencia en el tiempo) y con caracteres de cohesión y organización, con la finalidad de cometer actividades ilícitas indeterminadas y diferentes entre sí, con mucha influencia en la zona sur de la ciudad de Rosario y alrededores, que opera principalmente en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y Barrio Plata”.

“Los jefes de esta organización son Lorena Verdun, Luciano C., y Erica B., quienes conforman el escalafón más alto de esta estructura delictiva, administradores del ejercicio de violencia y de actividades ilícitas” en diferentes sectores de la ciudad, con preeminencia en barrio de la zona sur. “Dicha administración –continúa el texto– se ve reflejada en la autorización o reprimenda, en su caso, por el ejercicio de violencia en situaciones no aprobadas por los mismos. Imparten directivas desde su lugar de alojamiento, donde actualmente se encuentran privados de su libertad por encontrarse implicados en causas penales ligadas al narcotráfico y ejercicio de violencia desmedida”.

Además se le endilga a Verdún haber tenido en su poder sin la debida autorización legal “un arma de fuego de guerra tipo pistola empuñadura color verde con corredera color negro, la cual posee numeración limada en corredera y cañón”. El arma estaba guardada y dentro del estuche también se encontró una brocha de acero para su limpieza, y tres cargadores con 12 balas calibre 9 milímetros en cada uno. De las 36 balas, 32 tenían punta de bronce y 4 punta azul. El equipo lo completaba un accesorio de plástico utilizado como cargador. Claro está, el arma estaba en condiciones aptas para disparar.

Verdún tenía una condena anterior de 5 años de prisión dictada por la Justicia federal el 28 de octubre de 2019, como autora del delito de comercio de estupefacientes, por lo que la nueva condena, que está firme a partir del procedimiento abreviado, derivó en una pena única de 13 años de prisión efectiva.

En cuanto a Schneider cumplía el papel de miembro integrante del grupo criminal, y como tal, junto a los demás, tenían “conocimiento del funcionamiento de la organización y se encontraban a disposición de la para realizar de propia mano los trabajos encargados por sus superiores, recibiendo directivas y provisiones de los suministros necesarios para la obtención de sus fines delictivos, como ser armas de fuego, municiones, material estupefaciente y rodados”.

Se le atribuyó además a Schneider haber extorsionado a un hombre exigiéndole 30 mil dólares bajo amenazas de causarle un daño a él o a su familia. “Y ante la negativa de la víctima de abonar las sumas exigidas, el imputado instigó a terceros, no identificados a la fecha, a efectuar detonaciones de arma de fuego” contra un domicilio de avenida del Rosario al 400 el pasado 21 de diciembre de 2021, “cuando el imputado envió, mediante un tercero no identificado, una nota al local de calle avenida San Martín al 4700 de Rosario, con amenazas”. La víctima tenía allí un bar, y los amedrentamientos se ejecutaron durante la mañana: por la tarde, le envió mensajes a través Whatsapp para forzarlo a que pague la suma exigida.