La Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR inauguró este martes la primera aula accesible con el fin de “simplificar las tareas de estudio y trabajo de personas con disminuciones visuales, sonoras y motrices”. En los últimos años, la casa de estudios viene apostando a políticas destinadas a que aulas, auditorios, pasillos y otros espacios de uso común sean “accesibles” y garanticen un “óptimo” estado para estudiantes, docentes y no docentes. “Estas incorporaciones son una nueva conquista para que más personas puedan llegar a la universidad pública que soñamos. Garantizando éstas condiciones cumplimos con ese objetivo”, dijo Franco Bartolacci, decano de la institución.
La facultad tiene alrededor de 30 estudiantes con algún tipo de discapacidad. Los nuevos equipos que se incorporaron al aula N° 103 –uno de los espacios más amplios y que concentra las nuevas instalaciones– fueron una pantalla interactiva IQ Touch, que cuenta con tecnología infrarroja que permite escribir, interactuar, una colaboración multiusuaria en pantalla y un Sistema de Aro Magnético, diseñado para la escucha asistida para usuarios de audífonos, permitiendo una transmisión directa del sonido, sin los efectos adversos de la distancia o el ruido de fondo.
Este sistema también fue instalado en la Secretaría Estudiantil con el fin de ofrecer una accesibilidad similar para aquellos estudiantes que necesiten realizar consultas específicas en el área.
Además se sumó la compra de una computadora y un escáner para producir material accesible y la renovación de toda la señalética de la Facultad.
“Es una iniciativa que ratifica un recorrido de iniciativas del área de accesibilidad de Extensión. Esto sólo es posible por la decisión y el aporte del Programa Muse, un proyecto cofinanciado por el Programa Erasmus +, de la Unión Europea, que proveyó los nuevos equipos y que apoya la educación, la formación y el deporte”, explicó Bartolacci.
El decano de la Facultad de Ciencia Política manifestó que el acceso a la educación superior es un derecho, y por ese motivo trabajan a la par de organizaciones sociales de la ciudad, como Cilsa (abocada a la inclusión y la promoción de derechos de las personas con discapacidad) y el Mucar (Movimiento de Unidad de Ciegos y Ambliopes de Rosario), entre otros.
Bartolacci dijo que llegar a la inauguración fue fruto de una “gran construcción colectiva”, y aseguró: “Tenemos que continuar por este camino y asumir el desafío de construir la universidad que imaginamos, más pública, más abierta y más inclusiva para que quienes aún no pudieron llegar tengan la oportunidad de hacerlo”.
También estuvieron en el encuentro Paula Contino, secretaria de Extensión de la Facultad; Maximiliano Marc, subsecretario de Inclusión para Personas con Discapacidad de la provincia y Patricia Rojo, coordinadora del programa Muse, entre otros.