La familia de Mauricio Laferrara, el recluso rosarino de 27 años condenado como brazo armado del capo narco Esteban Alvarado que es intensamente buscado desde el viernes tras esfumarse de la cárcel federal de Devoto, presentó un habeas corpus para conocer el estado de la investigación.
El escrito fue presentado por los abogados penalistas Luciano Zisele y Ezequiel Torres ante la Justicia federal, a horas de que se conociera de que conformaron un equipo especial integrado por el personal de la División Búsqueda de Prófugos de la Policía federal y de la Policía de Santa Fe para determinar si el recluso, apodado Mauri o Caníbal, se evadió del único penal federal que están en la Capital Federal.
En este sentido, Interpol emitió este miércoles una notificación roja en el marco de la búsqueda del Caníbal. El organismo internacional ordenó su captura, a pedido del Tribunal Oral Federal N°2 de Rosario, como parte de la investigación.
“Hago la presente denuncia, destacando que desde que mi hijo se encuentra en calidad de desaparecido jamás fui contactada desde el Servicio Penitenciario como así tampoco de ningún fuero (ya sea federal como provincial, ni de ninguna autoridad tanto fiscal o judicial), el cual debería estar investigando la desaparición en democracia de mi hijo Mauricio de una institución federal”, resalta la presentación de los abogados que representan a Ramona, madre de Mauricio, donde también hacen mención a que no sólo el trascendido de que su hijo se hubiera fugado sino también a que otra alternativa es que fue asesinado y su cuerpo descartado en bolsas un camión de basura, que fueron retiradas el martes de la pasada.
“Tal es el estado de desorientación de lo que habría pasado que ni siquiera se da certeza de algo, siendo totalmente angustiante para una madre que su hijo pudo haber sido descuartizado y descartado sin que ninguna autoridad se haya ni siquiera comunicado con mi persona para avisarme de la desaparición, ni mucho menos cual es el estado de la búsqueda, como ser si las cámaras han detectado algo, si hay algún rastro forense de mi hijo que indique tal macabro trascendido, si se investigó el camión que habría salido, ya sea vivo o muerto”, continúa el Habeas Corpus.
A su vez, el documento concluyó con la petición de que se lo encuentre de forma urgente como también “la necesidad de recibir de forma periódica el respectivo estado de situación de la búsqueda e investigación de lo que está sucediendo con mi hijo Mauricio Laferrara, el cual hasta donde sé, se lo considera desaparecido en democracia cuando debería haber estado al cuidado del Servicio Penitenciario Federal (SPF)”.
Un equipo para hallar a Mauricio Laferrara
Inaudito: Caníbal, el jefe de sicarios de Esteban Alvarado, se esfumó de la cárcel de Devoto
El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Rosario, cuyos magistrados estuvieron a cargo de la última condena a 5 años de prisión de Laferrara por narcomenudeo y de su trasladado al penal de Devoto, está al frente de la investigación para dar con el paradero del recluso por lo que le dio intervención a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y a una fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).
En ese marco, el equipo de pesquisas de la Policía Federal y de las fuerzas santafesinas trabajaban en múltiples hipótesis sobre el paradero de Laferrara, de quien el personal del Servicio Penitenciario Federal descubrió el viernes pasado que no se hallaba en su celda de la planta III del Pabellón 11 de la cárcel de Devoto.
«Se está trabajando sobre la hipótesis de fuga«, dijo a la agencia de noticias oficial Télam uno de los investigadores.
La última requisa que hizo el SPF en la que se detectó la presencia de Caníbal Laferrara dentro del penal fue el martes pasado, según consignaron las fuentes de la investigación a la agencia, las cuales agregaron que la siguiente fue el viernes, cuando ya no lo detectaron.
Los investigadores analizaban la totalidad de las cámaras de seguridad tanto del interior de la cárcel de Devoto como de los alrededores, aunque por el momento no se registraron movimientos sospechosos del interno.
Una de las hipótesis que manejan es que el jefe de los sicarios del capo narco Alvarado escapó escondido entre la basura que sale del penal mientras que otras versiones hablan de que fue asesinado y su cuerpo fue descartado por ese mismo mecanismo.
Por cualquiera de los dos motivos, los investigadores pidieron que se hiciera un análisis de los movimientos de la empresa que se dedica a retirar la basura de la cárcel para constatar hacia donde la lleva y las identidades de los choferes de los camiones que ingresaron al lugar, dijeron las fuentes a Télam.
Además, los pesquisas quieren establecer si existió algún tipo de ayuda del exterior del penal o, bien, dentro del mismo, que pudieran haberle facilitado la fuga.
Mauricio Laferrara fue condenado junto a Alvarado, en junio de 2022, a prisión perpetua por dos secuestros seguido de homicidio: uno fue el de Lucio Maldonado, el prestamista relacionado a la banda contraria de Los Monos, cometido en noviembre de 2018 y cuyo cadáver fue encontrado en la autopista Rosario-Buenos Aires. Y el otro, fue el de Cristian Enrique que se produjo en octubre de ese año raptado en Pérez y su cadáver fue encontrado a los 20 días en una zanja de la ruta 14, a la altura de Soldini.
En abril pasado, otro tribunal ordinario también le dictó la pena de prisión perpetua por el asesinato de un joven llamado Cristian Beliz. De acuerdo a lo ventilado en ese juicio, Caníbal Laferrara participó junto a Franco Aranda, Gastón Tévez y Matías Ávila -todos condenados- de la balacera a una distribuidora en la que fue herido y quedó hemipléjico su dueño, Oscar «Manco» García, del 7 de septiembre de 2019 en barrio Plata.
Según voceros judiciales, el Manco es el tío de Caníbal Laferrara y, para la pesquisa, la balacera fue instigada por Alvarado porque quería quedarse con la distribuidora de la víctima.
A su vez, Mauricio Laferrara tenía una causa abierta por estar imputado por su participación en el triple homicidio de Gerardo “Abuelo” Abregú y los hermanos Ezequiel “Parásito” y José “Grasita” Fernández, quienes fueron acribillados en abril de 2018 cuando iban en auto por la vecina localidad de Granadero Baigorria.