Milei ganó las elecciones con el efectivo slogan de la lucha contra la casta. Desde el día uno de su mandato sus medidas entraron en contradicción con ese concepto. Tanto por la incorporación de funcionarios que pasaron por varias capas de organigramas, como por el propio uso de las amenities de la clase privilegiada.
El presidente tuvo que bajar la frecuencia de sus giras internacionales, entre otras cosas, porque en el gobierno empezaron a detectar que sus viajes no estaban cayendo bien en la propia base electoral.
Esta semana no tuvo tantos reflejos. El entusiasmo por festejar el tercio y monedas que consiguió en Diputados para confirmar el veto al aumento de las jubilaciones -y sobre todo asegurarse que no hay dos tercios en contra-, lo llevó a proponer un festejo descompasado de la realidad de los ciudadanos que padecen el ajuste del 15% del PBI que el propio presidente celebró el domingo en el Congreso.
Milei bautizó como «héroes» a los 87 diputados que lo ayudaron y les mandó una invitación envenenada a la fiesta de Olivos. Una vez consumada la maniobra impulsiva del presidente, en el gobierno colaron un antídoto contra la casta sobre la hora y aclararon que cada diputado pagaría con débito 20 mil pesos y no en efectivo, para evitar suspicacias.
El misterioso Posnet de Olivos quedó desacreditado por uno de los héroes, el diputado Julio Moreno Ovalle, que pagó cash: «Me dijeron que tenía que poner 20 mil pesos y los puse», dijo. «Lo de los 20 mil pesos es simbólico», admitió otro de los invitados, del PRO.
Una de las heroínas, Celeste Ponce, exhibió su look antes de subirse a la combi de Casa Militar que, como en un viaje de egresados, trasladaría a los diputados desde el Congreso hasta la Quinta de Olivos. «Se piensan que van a una joda», se quejó un libertario histórico que no fue invitado a la joda.
«Mientras ellos están comiendo asado, nosotros no comimos nada hoy», dijo ante las cámaras una señora que fue al cacerolazo detrás del muro de la Quinta. Más temprano los movimientos sociales hicieron la marcha de Las Ollas Vacías al ministerio de Capital Humano.
Victoria Villarruel, que siempre se mueve en otra línea del pentagrama respecto de su compañero de fórmula, viajó a las provincias durante las giras planetarias. Un par de días antes del asado, prefirió pizza.
Fuente: Javier Laquidara, La Política Online