El sábado pasado me dispuse a ver desde el sillón de mi casa los partidos que definirían las semifinales. Primero, Inglaterra ante Suecia y luego, el encuentro entre los locales y, mi favorito, Croacia. Los resultados los conocemos todos y todas. Pero, esa mirada atenta a las jugadas y las tácticas, se veía interrumpida continuamente por imágenes de los simpatizantes que estaban en las gradas. Algo común, que sucede en todas las transmisiones televisivas de distintos encuentros deportivos y que pasó durante toda la Copa del Mundo. Se busca mostrar las reacciones de los espectadores, darle cierto dramatismo al partido.
Sin embargo, en esta ocasión me dispuse a analizar un poco más a quienes se muestran en esos flashes, a raíz de un comentario de un compañero, que me hizo prender la lamparita para armar una nueva edición del Mundial de las Pibas: ¿Por qué siempre que enfocan mujeres «lindas»?
Lo de linda es subjetivo, claro. Nos muestran mujeres que se asemejan al estereotipo que nos venden desde que tenemos conciencia: flaca con curvas, alta, rubia, de ojos claros, cara angelical y de tez blanca, rasgos delicados y sonrisas bien blancas.
Ahora bien, esto no es ingenuo. Claro que esas mujeres son bellísimas, no se trata de eso, se trata de lo que te venden. De que desde que somos chiquitas vemos una mujer en la pantalla (o en las revistas y publicidades) que tiene ciertas características físicas a las que tenemos que alcanzar. Y de eso se desprenden un montón de temas, que no se van a abordar en esta edición.
Lo concreto es que no sólo fue algo que notamos unos pocos. En un comunicado que emitió Fifa el miércoles pasado, Piara Powar, director ejecutivo de Fare (entidad que se encarga de monitorizar la discriminación y el racismo en el fútbol), señaló que se registraron 45 casos de acoso sexista en Rusia, 15 de ellos a periodistas. Claro que la cifra sólo cuenta los que se denunciaron o se hicieron conocidos por las redes sociales, por ende, los casos reales serían incontables.
Y para que aflojen, se tomó una medida particular: se le ordenó a la televisación oficial y a las cadenas de televisión que retransmiten los encuentros del Mundial que dejen de enfocar mujeres en las gradas durante los partidos. Una medida que sin dudas va a generar polémica, pero que en la previa, parece interesante para cortar con el sexismo.