Con un plan de juego muy bien estudiado, con la premisa de mantener un resultado corto y ser eficaces en el momento justo, Boston se impuso con autoridad ante Golden State por 120 -108 y se adelantó en las Finales de la NBA por 1-0. El último cuarto de la visita fue soñado con un registro de 40 sobre 16, despedazando a un rival que se quedó sin respuestas.
Al Horford con 26 puntos (6/8 triples) fue amo y señor del juego, pero estuvo muy bien acompañado por Jaylen Brown con 24, Derrick White con 21 (5/8 triples) y 18 de Marcus Smart. En los Warriors no fueron suficientes los 34 de Stephen Curry.
El duelo comenzó mucho mejor para los Warriors, dado que Curry empezó bien encendido con 21 puntos en el primer cuarto. A partir de la buena tarea de Steph, los Warriors se sostuvieron adelante, pero con Boston persiguiendo de atrás con firmeza y respondiendo a tiempo.
En el segundo cuarto, Boston se acomodó más al encuentro, frenó a Curry y comenzó a trabajar su ofensiva balanceada para poner en aprietos al dueño de casa. Lo de la visita, fue muy sólido en el segundo período y con ello terminó dando vuelta el resultado por 56-54 al entretiempo, un resultado inesperado para en la manera en la que habían empezado Golden State con su figura al rojo vivo.
En el tercer cuarto, los Warriors volvieron a tomar el comando llegaron a sacar 14 puntos de distancia (80-66), gracias al dominio de Curry y la compañía de Wiggins. Sin embargo Boston respondió rápido con bombazos consecutivos de White y Hofford para achicar y no quedarse tan atrás en tanteador (abajo 92-80).
En el capítulo final se desató la fiesta de triples de los dirigidos por Udoka con Al Hofford a la cabeza, White como segunda guitarra y Jaylen Brown empujando en la pintura con penetraciones. Pritchard también se sumó a la fiesta de tercera dimensión y Marcus Smart le puso el moño al juego con dos triples consecutivos para desmoralizar a un rival que se quedó sin respuestas, sin poder frenar a un rival que estuvo una altísima efiacia en el último cuarto.
Finalmente fue triunfo visitante, Boston robó la localía y le quitó el invicto como local a Golden State en estos playoffs y manda un mensaje de entrada, asumiendo el protagonismo fiel a como lo dicta su historia.