Por: Nicolás Greco/ NA
La Selección argentina se medirá ante Italia en el mítico estadio de Wembley para quedarse con la Finalíssima, un trofeo oficial que enfrenta a los campeones de América y Europa. Pero no será la primera vez que ambas potencias se enfrenten en un partido así. En 1985 y 1993 se disputó la Copa Artemio Franchi.
En la primera edición, Francia superó 2-0 a Uruguay en el Parc des Princes. Pero la edición que fue sumamente emotiva para los argentinos fue la de 1993, cuando la Selección comandada por Alfio Basile le ganó por penales a la sorprendente Dinamarca en el José María Minella. Este torneo significó la última gran alegría para Diego Armando Maradona con la celeste y blanca.
Unos meses antes, el astro argentino había vuelto a la actividad tras su primera suspensión por doping. Jugaba para el Sevilla de España, que tenía como director técnico a Carlos Salvador Bilardo, y fue a disputar el partido contra Dinamarca en medio de una tensa relación con los dirigentes de aquel club.
En el partido disputado en el Minella ante casi 35 mil espectadores, la Selección comenzó en desventaja por un gol en contra del defensor Néstor Craviotto, pero rápidamente consiguió el empate gracias a Claudio Caniggia.
El resultado se mantuvo hasta el pitazo final, por lo que la Artemio Franchi de 1993 se definió en los penales. Allí, el héroe fue un viejo conocido: Sergio Goycochea. El arquero venía de salvar a la Selección en el Mundial de Italia 90 con unas actuaciones espectaculares, principalmente en los penales contra Yugoslavia e Italia.
En la definición desde los 12 pasos contra los daneses, que tenían al arquero Peter Schmeichel como una de sus grandes figuras, Goycochea atajó dos penales para que la Argentina se imponga por 5-4.
«Me acuerdo que solo acerté el palo en los dos penales que atajé y que los dos fueron a la derecha (a Vilfort y Goldbaek). Que Diego lo pateó maravillosamente, que Cani fue el único que erró y que Larry Saldaña hizo el último pegándole genial, con mucha potencia», recordó Goyco.
Aquel título significó el segundo con la mayor para Maradona, luego de la histórica conquista en México 86, donde firmó la mejor actuación individual en la historia de los mundiales.
Finalmente, la Copa Artemio Franchi fue reemplazada por la Copa Confederaciones, que había comenzado a jugarse en 1992 bajo el nombre de Copa Rey Fahd y tuvo su última edición en el 2017. Dicha competición enfrentaba a todos los campeones continentales.
La coincidencia de aquella Selección con la Scaloneta
Aquel partido contra Dinamarca fue uno de los 31 en los que la Selección dirigida por Basile estuvo invicta, en lo que fue el récord histórico del combinado nacional. Su última derrota había sido la final de Italia 90 contra Alemania, mientras que Colombia cortó la racha en Barranquilla en un partido que terminó 2-1 a su favor.
Aquella hazaña fue igualada por los dirigidos por Scaloni, que perdieron su último partido en las semis de la Copa América del 2019, en aquel polémico partido frente a Brasil que estuvo plagado de polémicas arbitrales.
Por eso es que la Finalíssima de hoy contra Italia no solo significa la posibilidad de que Lionel Messi levante su segundo trofeo oficial con la Selección Argentina, sino que también se podría romper el récord histórico de partidos sin perder para el combinado nacional.