El subinspector Leoncio Bermúdez fue asesinado el pasado 14 de noviembre en el Hospital Provincial de Rosario, cuando dos gatilleros intentaron rescatar a un preso de la Unidad Penal 11 de Piñero fue atenderse por una enfermedad crónica. Este jueves, en el Centro de Justicia Penal de Rosario, tres personas fueron imputadas por planificar la evasión del recluso que terminó en el crimen del subinspector y con dos mujeres baleadas.
La fiscal Gisela Paolicelli explicó que dos de los imputados son reclusos de Piñero compañeros del preso Gabriel Lencina, a quien intentaron rescatar. También detalló que, de acuerdo a la investigación, al menos seis personas participaron del plan criminal y que, por el rescate, se ofreció un monto de 2 millones de pesos. Los tres acusados quedaron detenidos en prisión preventiva por el plazo de ley.
«Lo que se les atribuyó en la imputativa fue el plan conjunto de liberar al interno que estaba siendo atendido en la guardia del hospital y en la ejecución de ese plan terminan, matando al policía Leóncio Bermúdez e hiriendo a dos personas que se encontraban en el lugar. Lo que la Fiscalía les atribuye es el delito más grave del Código Penal, que es el de homicidio calificado con varios agravantes«, dijo Paolicelli este viernes en declaraciones a la prensa.
Los acusados fueron imputados por los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, por precio o promesa remuneratoria criminis causa; agravado por la participación de dos menores de edad y por el uso de arma de fuego. Además, abuso de armas, robo calificado, tentativa de favorecimiento de evasión, todos en concurso real en calidad de coautores.
La fiscal destacó que la jueza Verónica Lamaz González aceptó el pedido de la querella de que sea considerado como un crimen de odio, algo que también está contemplado en el artículo 80. «El Código habla de odio racial, y la querella hace una interpretación respecto de eso y, por el momento, en forma provisoria, la jueza hace lugar a esa calificación, porque entiende que es odio hacia el personal policial», agregó la fiscal del caso.
En cuanto a la promesa remuneratoria, Paolicelli detalló que en principio ofrecían 2 millones de pesos aunque, de acuerdo a la investigación posterior, se estableció que les pagaron 500.000 pesos.
Los tres acusados son Pablo Sosa, de 22 años, detenido hace una semana en Tiro Suizo; Joel Gabriel Ibarra y Lautaro Núñez, ambos reclusos del penal de Piñero. También fueron identificados dos adolescentes de 14 y 15 años, que habrían cumplido con el rol de «campana». Los menores se entregaron a la Fiscalía apenas surgieron sus caras en las secuencias tomadas por las cámaras de seguridad de las inmediaciones y luego recuperaron la libertad debido a que por su edad son no punibles. Además, hay otro cómplice identificado y prófugo, de acuerdo a lo que informaron voceros judiciales.
«El objetivo claro era liberar al preso y para ello hacer lo que fuese necesario«, remarcó la fiscal.
«Tengamos en cuenta que para ello fueron armados con una pistola apta para el disparo, que se terminó usando. El recluso Lencina estaba desde el día anterior en la guardia del hospital, y recibió la alta médica alrededor de las 4 de la tarde. Entre trámites y demás, los custodios de Lencina terminaron avisando a Piñero alrededor de las 18.40 y pidieron que los vayan a buscar», contó la fiscal.
Según la reconstrucción que se hizo en la audiencia de este jueves, tan solo minutos después de ese aviso, comenzaron a entrecruzarse conversaciones entre detenidos en el pabellón 9 de Piñero, y personas del exterior del penal, avisando que vayan a rescatar a Lencina. Consultada sobre como llegó esa información al pabellón 9, Paolicelli remarcó que la Fiscalía sigue investigando si hubo complicidad desde el Servicio Penitenciario.