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La Fiscalía tiene un sospechoso del botellazo en La Chamuyera

A un año del golpe que dejó sin caminar a una joven de 25 años, los investigadores avanzan en confirmar la identidad.

Un edificio, entre dos y cuatro departamentos y un sospechoso son la cosecha de un año de investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para llevar a juicio a la persona que le rompió la cabeza a Daiana T., de 25 años, en la puerta del bar La Chamuyera en Corrientes al 1300. Ella estuvo 6 meses sin caminar y aún hace rehabilitación. La Fiscalía tardó en avanzar con la investigación porque la madrugada del 27 de octubre la Policía Motorizada y oficiales de la comisaría 2ª no levantaron la botella que la habría golpeado. Doce horas después un grupo de testigos acercó un envase de vino a medio tomar a la Unidad Fiscal NN. Hace una semana los investigadores lograron conocer que la botella tiene ADN de una mujer. Ahora deben verificar que sea de Daiana para confirmar que fue la que la hirió. Los departamentos desde donde pudo haber salido surgieron del cruce entre testimonios y los cálculos de ingenieros y físicos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de Conicet.

Media vacía, media llena

La botella que llevaron los testigos era de vino, estaba tapada con un corcho y a medio tomar. Según los peritos, el líquido hizo un efecto de doble golpe que explica la fractura en la cabeza de Daiana. Si hubiese estado llena el impacto la habría matado. Vacía se hubiera roto. El envase solo se cachó en la base, donde encontraron sangre. Antes de la prueba de ADN hicieron otros exámenes. Compararon las astillas que quedaron en la cabeza de Daiana con la botella, pero no alcanzaron para confirmar que sea la que le pegó. También analizaron el pico y el corcho y no había rastros de saliva. Por último, tomaron huellas del envase. “La tocaron muchas personas antes de que llegue a nosotros. Encontramos muchas huellas. Algunas coinciden con los que la trajeron y otras son NN”, dijo a El Ciudadano un integrante de la Unidad Fiscal NN.

La investigación empezó doce horas después del botellazo cuando un grupo de personas apareció en la Fiscalía con una botella de vino. Dijeron a los investigadores que era la que había golpeado a Daiana. Hablaron de donde estaba parada y que los dueños del bar habían denunciado 5 veces agresiones parecidas.

La primera medida fue cuidar la botella como deberían haber hecho los policías. La pusieron en una bolsa y se la dieron a los agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) que la tuvieron cuatro meses hasta que fue enviada a peritar. En paralelo, llenaron la carpeta del caso con hojas que tienen datos de las personas que vivían en dos edificios vecinos, fotos, planos, detalles de las cámaras de seguridad y viejas denuncias por ruidos molestos que pesaban sobre La Chamuyera.

Los testimonios marcaron a una persona y a un departamento. No es el único bajo sospecha. En el ojo de los investigadores hay al menos otros tres departamentos desde donde podría haber salido el botellazo. Se basan en un cálculo hecho por ingenieros y físicos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y Conicet. Los científicos descartaron uno de los dos edificios señalados por testigos y sumaron entre dos y cuatro departamentos del otro.

La pericia oficial tardará al menos 6 meses. Es un estudio costoso y necesita de expertos de distintas áreas del Instituto de Física y la Facultad de Ingeniería y Agrimensura de la UNR y del Conicet. Harán pruebas de impacto con cascos de moto y cabezas de chancho. No pudieron hacerla antes porque no estaba probado que la botella que llevaron los testigos era la que hirió a Daiana. Recién en las puertas del aniversario del botellazo, los peritos provinciales comprobaron que tenía ADN femenino. Hicieron 16 pruebas y 3 dieron que la sangre encontrada en la base del vidrio tenía el perfil genético de una sola persona. El paso siguiente es cruzar el ADN de Daiana con el de la muestra para confirmar.

Recuperación

Daiana estaba en la puerta del bar fumando un cigarrillo. Eran las 2 de la mañana y charlaba con un grupo de chicos cuando la botella le pegó en la cabeza. Se desmayó. La Policía Motorizada llegó primero, después agentes de la comisaría 2ª y 40 minutos más tarde la ambulancia que la llevó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Daiana entró con el cráneo fracturado y hundimiento de los parietales. La operaron y estuvo internada una semana en terapia intensiva. El golpe le había sacado la movilidad en las piernas y el brazo derecho. Por 6 meses ella vivió de lunes a viernes en el Instituto de Lucha Antipoliomelítica y Rehabilitación del Lisiado (Ilar). Los sábados y domingos dormía en la casa de su primo. No podía volver a la suya porque tenía escalera y ella estaba en silla de ruedas. La internaron en noviembre por una infección medicamentosa y una vez más en abril para colocarle una prótesis 3D en el hueco que le había hecho la botella. Con los ejercicios volvió a caminar y hoy vive con su mamá y hermano.

La cerradura

Cuando los investigadores tomaron declaración a los testigos les dijeron que meses antes del botellazo alguien había tirado una cerradura que golpeó a un chico en la puerta de La Chamuyera. Nadie había hecho la denuncia. Sí encontraron que una mujer que vivía en uno de los departamentos denunció a su pareja por agresión. Se separaron al poco tiempo, y él se quedó en la casa, pero cambió la cerradura. Según contaron desde la Fiscalía NN, una noche la tiró al frente de La Chamuyera. Los investigadores descartaron que haya tirado la botella. La altura no coincidía. Sí probaron que hay dos vecinos en el edificio que tiraban cosas cada vez que les molestaban los ruidos de la calle.

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