La Fundación Argentina de Ayuda para las personas con Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Fundeccu) presentó un proyecto, en agosto pasado, sobre la Ley Integral EII en el Congreso Nacional y hay mucha expectativa para que sea tratada en los últimos días de 2020 y no pierda estado parlamentario.
Este proyecto propone que estas patologías formen parte del Plan Médico Obligatorio (PMO), el cual debe ser aprobado por la Superintendencia de Servicios de Salud y que los pacientes tengan protección laboral, escolar y social.
Periodistas, actores y deportistas se sumaron a la campaña de Fundeccu para que esta ley sea promulgada durante 2020.
El proyecto fue presentado en agosto y el senador nacional Juan Marino (Unión Cívica Radical-La Pampa) y el diputado nacional Eduardo Augusto Cáceres (Alianza Cambiemos- San Juan), fueron los impulsores del mismo en el Congreso Nacional.
En los considerandos del proyecto se solicita que la ley declare de interés nacional la detección temprana, el diagnóstico, la atención médica, la investigación clínica y epidemiológica, la capacitación profesional y la asistencia y el tratamiento integral e interdisciplinario de las personas con Enfermedad Intestinal Inflamatoria (EII).
También requiere que estas patologías se incorporen al sistema de salud pública y al Programa Médico Obligatorio (PMO), con una cobertura del 100 por ciento.
Asimismo, Fabiana Miele, presidenta de Fundeccu, expresó que debido a que la detección y el tratamiento de estas enfermedades es muy costoso “es necesario que se incorporen a la salud pública y al PMO con una total cobertura, tanto lo referente a la detección, realización de estudios solicitados por los especialistas y tratamientos de las EII”.
¿Qué es la Enfermedad Intestinal Inflamatoria (EII)?
La Enfermedad Intestinal Inflamatoria (EII) es una afección crónica del aparato digestivo de origen autoinmune que incluye a la Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn, que por el momento no se puede curar, pero sí controlarse con el tratamiento correcto.
Es una enfermedad producto de la combinación de factores genéticos, ambientales, autoinmunes y en donde la bioflora intestinal hoy tiene un rol incidente.
No se conocen las causas de la enfermedad, y su evolución es crónica, siendo fundamental un diagnóstico temprano y la continuidad de la investigación sobre sus causas y tratamientos.
Estas patologías son muy molestas ya que suelen presentarse con síntomas intermitentes a lo largo de toda la vida: aumento en la frecuencia o urgencia evacuatoria, diarrea persistente, pérdida de peso, fiebre, vómitos, y en los niños y adolescentes puede haber un retraso en su desarrollo y crecimiento.
Pero no solo afecta al intestino, en algunas ocasiones puede manifestarse fuera del mismo con dolores articulares, afectación ocular, en la piel y otros menos frecuentes.
Si bien afecta a personas de cualquier edad, la mayor parte de los casos se observan entre personas adolescentes y jóvenes, desde los 14 hasta los 35 años, es decir que la población más vulnerable se encuentra en plena actividad.
El impacto de esta enfermedad en la vida personal del enfermo es altamente elevado en todas las áreas de la vida, social, emocional, sexual, laboral, educativa.
Los tratamientos son variados en complejidad. Cada persona debe tener un tratamiento personalizado, aunque tenga el mismo diagnóstico que otro. Su evolución es única.
Dentro de los tratamientos más utilizados se encuentran el uso de mesalazina (antiinflamatorios intestinales) en distintas vías de administración, corticoides e inmunosupresores.
En los últimos años los agentes biológicos llegaron para torcer el rumbo de la historia natural en esta enfermedad y con ello se minimizó la necesidad de cirugía.
