Este 7 de agosto no habrá misa presencial ni procesión multitudinaria por el Día de San Cayetano. La pandemia postergó expresiones que -en la ciudad de Rosario- producen un movimiento que trasciende lo estrictamente religioso. Como la congregación de todos los años de miles de feligreses en las adyacencias del templo de Buenos Aires al 2100, para rendirle devoción al patrono del pan y del trabajo. Y como cada Vía Crucis encabezado por el Padre Ignacio en Semana Santa.
Este año, tampoco, los fieles de San Cayetano podrán acercarse al santuario para agradecer o pedir de manera presencial por trabajo. El desempleo, el trabajo informal y la pérdida de puestos laborales, golpeó en los últimos años a la clase trabajadora. La pandemia se encargó de exacerbar las complejidades socioeconómicas. Se multiplican comedores y merenderos en los barrios periféricos de la ciudad de Rosario y en localidades de la región, para que los pibes y las pibas puedan tomar un mate cocido o comer un plato de guiso caliente.
«La gente está muy mal y necesita estos espacios de oración y comunicación con Dios. La parte económica quedó postergada por la pandemia. Y la gente necesita trabajo: no se conforma con 10 mil pesos o con un bolsón de comida. Necesita empleo y salario. La gente quiere trabajar y progresar. Que el país se levante a través de una economía viva y pujante», planteó el padre Marcelo Franchini, párroco de la Iglesia San Cayetano.
«A la gente le pedimos que sostenga la fe y que no pierda la esperanza. Pedimos por el don de la salud. Y que este año ilumine a los científicos, para que pronto puedan encontrar ese antídoto que nos ayude a recuperar la normalidad de nuestras vidas. Y que también ilumine a nuestros gobernantes para que tomen las mejores decisiones en función del pueblo», aseveró Franchini en diálogo con El Ciudadano.
Por la pandemia, el gobierno provincial no autorizó el protocolo para la apertura del templo de Buenos Aires al 2100. Sí puso a disposición la transmisión en vivo y en directo de la misa que celebrará el Monseñor Eduardo Martín, a puertas cerradas desde las 15.30. «Así como la provincia nos dijo que no, sí nos favoreció con la posibilidad de transmitir la misa por el Canal 5RTV. También podrá seguirse por el Facebook de la Parroquia San Cayetano Rosario, por la FM Del Rosario 103.9 y por la radio del Arzobispado de Rosario», indicó el párroco.
En un contexto de pandemia, el padre Franchini entiende que «se hace muy difícil manejar a 70 mil personas. Es complicarlo aplicar un protocolo a una multitud. Habíamos preparado todo pero necesitábamos de la asistencia de la Municipalidad y de la Provincia. Por tal motivo pedimos a nuestros fieles que veneren al santo de la Divina Providencia desde sus casas. Y que este año, con mucha más fe con la que habitualmente vienen, recen y enciendan una vela. Y que eleven una oración para pedir por el don de la salud y la protección», manifestó el religioso.
«Este 2020 obligó a postergar la realidad económica, cultural, pedagógica y social. Hay muchas personas mayores en aislamiento, que se tienen que cuidar porque son población de riesgo. Entonces a través de una cuarentena demasiado larga pero necesaria, se generan un montón de situaciones. En lo económico, en la salud psicológica y hasta religiosa de la gente. Porque hay expresiones postergadas que también afectan», cerró el párroco de la Iglesia San Cayetano.
Por mucho trabajo: miles de rosarinos volvieron a mostrar su fe en San Cayetano