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La golpeó y pintó el palier del edificio con sangre

El domingo a la tarde, según la versión de Camila M., después de denunciarlo por atacarla, el ex novio volvió a la puerta de la casa y la arrastró por la vereda. La víctima fue recibida este martes en la Unidad Fiscal de Violencia de Género

El domingo a las 22.32 Camila M., de 23 años, hizo un posteo en Facebook para denunciar a Juan Pablo M., de 30, un fotógrafo con quien salió siete meses y se separó hace dos. En el escrache público decía que él la había golpeado y con fotos mostraba los moretones y el palier del edificio donde vive, que él pintó con su propia sangre con amenazas e insultos. También contaba que después de denunciarlo en la comisaría 2ª lo dejaron en libertad y él volvió a esperarla en la puerta de la casa, donde la arrastró por la vereda, le sacó los lentes y rompió la denuncia que acababa de hacer. En diálogo con El Ciudadano, Camila contó que recién tuvo contención cuando fue a la Comisaría de la Mujer y la pusieron en contacto con las profesionales del teléfono verde, la línea de atención de violencia de género de la Municipalidad. “La solidaridad de la gente fue esencial. Mis amigas compartieron la foto y se empezó a viralizar. Hay muchas mujeres que no tienen esta posibilidad ni los contactos para resolverlo. Si la Policía no actúa podemos terminar muertas”, dijo.

Según fuentes judiciales, este martes Camila llegó a la Unidad Fiscal de Violencia de Género para ratificar la denuncia. Ella contó que el lunes la atendieron médicos forenses que dejaron por escrito que tenía golpes y moretones y en Tribunales dictaron una orden de restricción.

Camila hizo la primera denuncia el domingo a la tarde. Horas antes, Juan Pablo M. le tocó el timbre para hablar con ella. Camila vive con su hija de cuatro años, que no estaba en la casa.

Lo hizo pasar y se dio cuenta que estaba borracho. Discutieron y él le sacó el celular. Ella intentó recuperarlo y él la tiró al piso, golpeándole la cabeza. Después se encerró en el baño y cuando ella quiso entrar para que le dé el teléfono le apretó el brazo con la puerta.

Camila logró escapar y pidió a los vecinos que llamen al 911. Según su relato, cuando llegó la Policía bajó y vio todo el palier pintado con sangre. “Puta”, “No tenés códigos”, “Te cagás en tu hija”, fueron algunas de las amenazas acompañadas de dibujos. Además, él tiró la batería del celular por el hueco del ascensor.

“Se lo llevaron detenido y cuando fui a hacer la denuncia en la comisaría nos cruzamos. Los policías me dijeron que el fiscal de turno había dado la orden de liberarlo, cuando era peligroso para mí. Llegué a mi casa y estaba en la puerta”, contó.

Esta vez, Juan Pablo M. la arrastró por la vereda, le sacó los lentes y rompió la denuncia que tenía en la mano. “La gente miraba y no hacía nada. En un momento logré zafar y me subí a un auto de una pareja, que me llevó de nuevo a la comisaría para hacer la segunda denuncia”, agregó.

El lunes Camila fue a la Comisaría de la Mujer junto a su abogada. Recién en ese momento sintió que estaba contenida. “Las chicas de la línea verde me acompañan todo el tiempo y me ayudaron con todas las medidas”, dijo.

Según contó, las amenazas no terminaron. Juan Pablo M. le escribe de números privados y le dice que va a pintar la puerta del trabajo con aerosol, que va a mostrar videos privados y que le va a hacer la vida imposible.

En la Justicia, Camila fue entrevistada por la fiscal Luciana Vallarella. La joven aportó datos de interés para la causa, amplió la descripción de los hechos y se libraron medidas para corroborar elementos para trabajar la causa.

Si se corroboran algunos datos el acusado podría quedar imputado, aunque en libertad.

La fiscal también envió a corroborar las lesiones de Camila. Juan Pablo M. no tiene antecedentes.

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