La Granja de la Infancia cumple 15 años de existencia y, desde las 17, habrá un festejo con el show musical teatral “Anda calabaza”, un viaje al mundo de las canciones junto a la payasa Medialuna y su gran banda. El espectáculo, con entrada libre y gratuita, se suma a la propuesta que ahora, desde hace una década y media, ofrece todos los fines de semana el espacio municipal ubicado en avenida Presidente Perón 8000.
La intendenta Mónica Fein encabezará la celebración del nuevo aniversario de la instalación que, junto a La Isla de los Inventos y El Jardín de los Niños, forma parte del Tríptico de la Infancia, una propuesta pública de aprendizaje con juegos y esparcimiento único en el país destinada a los chicos en conjunto con sus familias.
La Granja de la Infancia nació como un proyecto de la Secretaría de Cultura y Educación municipal, y abrió sus puertas en mayo de 1999. Fue el primero de los tres espacios que hoy conforman el Tríptico, y hasta que se dio vía libre al proyecto el enorme predio de Presidente Perón sólo albergaba desperdicios: era un antiguo basural de la ciudad.
Recuperado el espacio para generar una propuesta educativa, el desafío consistió en diseñar un recorrido para contener y albergar con la mayor libertad posible las actividades que se fueron integrando a sus 5 hectáreas (ver aparte).
Profesionales de distintas disciplinas fueron construyendo, junto con muchos otros que no ostentaban título pero tenían idónea formación en cría de animales de granja y en los viejos cultivos rurales, un ecosistema propio en el que también prospera parte de la vida silvestre expulsada por la actividad humana en la región. Era uno de los objetivos: promover en los chicos –y grandes– conocimiento y respeto por otras formas de vida en un contexto de menor agresión y mayor convivencia con la naturaleza.
“Quisimos escapar del concepto de encerrar niños y enjaular animales”, explicaron tras la apertura los arquitectos Paula Fierro, Andrea Calderini y Lucas Berca, que habían trabajado en el diseño del lugar. La idea tuvo, además, la influencia del reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci, planteando un espacio de experimentación para apuntalar y completar educación formal en las escuelas.
Así, las actividades de la Granja fueron integrando contacto con la naturaleza, elaboración de productos de granja como pan, dulces, conservas y más, laboratorio, huerta y vivero, producción de fertilizantes reciclando residuos orgánicos, entre otras. Se buscó además integrar a cada sector con los demás para conformar un sistema productivo sustentable, en el que los visitantes intervienen mediante diferentes actividades como sembrar, regar, desmalezar y alimentar a los animales.
En cada rincón una aventura
La Granja ofrece a chicos y padres, alumnos y docentes y todo visitante una serie de espacios de aprendizaje. Estos son:
Hacer nacer
Aquí los visitantes siembran toda variedad de vegetales usados en la alimentación del hombre y de los animales. Con lo producido en esta huerta podrán luego alimentar a los distintos animales en sus corrales, conociendo su hábitat, su alimentación y sus crías.
Secretos y misterios
Es un minilaboratorio de ciencias y experimentos que facilita la comprensión de los niños acerca de lo que nos rodea. Permite observar y explorar el entorno como primer paso para el descubrimiento de los secretos que guarda la naturaleza.
Pan y dulce
Los visitantes pueden participar de la elaboración del pan reconociendo los ingredientes y sus orígenes; aquí se elaboran artesanalmente panes y dulces al estilo de los productos realizados en los hogares de campo.
Cuentos y susurros
Despierta la imaginación al escuchar la lectura de relatos, fomentando la utilización del libro como medio y de la lectura como vía de saciar el deseo de descubrir e investigar. También se exhiben cortometrajes y documentales que ayudan a comprender y promover la participación activa de la ciudadanía en el cuidado del ambiente.
Bosque de Papel
Es otro espacio de exploración, donde la observación libre y dirigida del entorno posibilita percepciones más complejas, aquellas que involucran las cualidades de los objetos en particular: forma, color, tamaño, proporción, textura. Todo esto orienta al niño progresivamente a la indagación en las diferentes inquietudes artísticas.
Hábitat ribereño
Muestra la diversidad de fauna y de flora del río Paraná y de las islas aledañas, invitando a descubrir la cultura de los pescadores y los tesoros escondidos de todo el ecosistema isleño urgando entre totoras, lirios y cortaderas.