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La historia de los asesinos más jóvenes del mundo

Los registros de niños más pequeños los tienen Estados Unidos y Arabia Saudita. La Argentina tiene un caso con una edad muy cercana

Por: Gastón Marote/NA 

A lo largo de la historia se registraron casos de menores de edad asesinos, pero Estados Unidos y Arabia Saudita tienen a los niños más precoces en materia criminal, ambos con pequeños de tan solo 4 años.

El primero de los casos se dio en la nación estadounidense el 30 de octubre de 1897 e involucró a Retta McCabe, una niña que en lugar de pensar en jugar con muñecas afrontaba un crimen.

La niña golpeó a su hermano menor, quien murió tras semanas de agonía, en Troy, Nueva York.

De acuerdo a los relatos de la época, McCabe solía tener arrebatos de agitación donde agredía a terceros y a sí misma.

A esta pequeña no la procesaron y se desconoce disposición final, al tiempo que debido a su edad tampoco se consideraba viable que la internaran en un instituto de menores.

El otro caso que tuvo a un niño de 4 años homicida se dio en Arabia Saudita durante abril de 2012, con un pequeño del cual no trascendió la identidad.

Este chico le disparó en la cabeza a su padre con un arma propiedad de éste, supuestamente porque no le compró una consola de PlayStation, en Jizan.

La prensa saudí quedó conmocionada con este caso y resultó ser no solo el asesino más joven de ese país, sino de todo el mundo junto con el hecho anterior.

Posteriormente, hubo casos similares con niños algo más grandes, pero la edad que tenían también resultó impactante.

El 18 de mayo de 1929 en Paintsville, Kentucky (Estados Unidos) Carl Newton Mahan, de 6 años, le disparó a su amigo Cecil Van Hoose con el arma de su padre, tras pelear por un pedazo de chatarra, ya que ambos recolectaban objetos con ese material para venderla.

Newton Mahan fue sentenciado a 15 años dentro de un reformatorio, pero no cumplió la sentencia ya que fue rápidamente indultado debido a su edad y murió en libertad en 1958, cuando tenía 35 años.

El 29 de febrero de 2000 Dedrick Owens, también de 6 años, hasta ese momento el tirador escolar más joven de los Estados Unidos, le disparó y mató a su compañera de clase Kayla Rolland, en la Escuela Primaria Buell de Mount Morris, Michigan. Antes de detonar el arma, este chico le dijo a su víctima: «No me gustas».

El niño no fue procesado, pero sí lo fueron tres hombres, entre ellos un tío del asesino y dueño de la pistola, quienes fueron acusados y procesados bajo cargos federales de posesión de armas.

El 17 de febrero de 1899 Lizzie Cook, de la misma edad,  prendió fuego a su hermano de 2, en Birmingham, Alabama (Estados Unidos).

El 23 de julio de 1887, Virginia Hudson, de 7 años, mató a golpes con una tabla a un bebé de un año y ya muerto arrojó el cuerpo dentro de un pozo de agua, en Granville, Carolina del Sur (Estados Unidos).

La niña fue detenida, pero luego se desconoce la disposición final que se tomó con ella.

En Argentina, el 18 de mayo de 2008, un niño de 7 años, del cual no se dio a conocer su identidad por ser menor, secuestró junto a su hermano de 9, a una niña de 2, llamada Milagros Belizán.

Tras llevarla a un lugar alejado, la ataron, golpearon y asfixiaron hasta matarla. Los dos criminales fueron declarados inimputables por ser menores de edad.

En diciembre de 2022, otro chico de 7 años, pero en este caso en Chile, disparó y mató a un pequeño de 8 años con un rifle de aire comprimido.

Este niño es hijo de integrantes de Carabineros del país trasandino, quienes le enseñaron a disparar y recibió el apodo de «Comandito Junior».

El chico, que hasta hoy es el asesino más joven en la historia de Chile, fue declarado inimputable por ser menor de edad. 

En tanto, sus padres fueron detenidos y condenados por el cuasidelito de homicidio, por lo que fueron sentenciados a 300 días de prisión efectiva.

Una vez cumplida esa condena podrían volver a sus tareas como efectivos de esa Policía Militar de Chile.