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La huelga se reflejó con fuerza en todo el interior del país

El rechazo a las políticas del gobierno de Macri sumó un nuevo capítulo en las principales ciudades de país. Las calles estuvieron vacías y los pocos comercios que abrieron fueron atendidos por sus dueños. A lo largo de la jornada no se registraron incidentes

El paro general dispuesto este miércoles por la CGT se hizo sentir en el interior del país, la adhesión de los gremios vinculados al transporte tornó más visible la alta adhesión de los trabajadores en el rechazo de las políticas del gobierno nacional de Mauricio Macri.

De esta manera, la huelga nacional se replicó con fuerza en ciudades como Córdoba, Salta y Tucumán.

A pesar de la adhesión del gremio de los empleados de comercio y el alto acatamiento a la medida de fuerza, algunos locales abrieron sus puertas atendidos por sus dueños.

Sin embargo, la actividad comercial estuvo lejos de ser normal por la falta de gente en las calles, situación que le dio a la medida de fuerza la característica de “paro dominguero”.

Otra característica común en la mayoría de las ciudades fue la ausencia de incidentes de magnitud, salvo algunas denuncias aisladas por presuntas “apretadas” a quienes decidieron abrir sus locales o presentarse en sus puestos de trabajo.

Los movimientos sociales instalaron ollas populares en diversos puntos y cortaron accesos a las ciudades, pero no en todas las ciudades el paro contó con un acto central.

En Mendoza, el gobierno provincial intentó, mediante el Ente de la Movilidad Provincial, hacer funcionar de todos modos al transporte público y dispuso custodia policial en los colectivos y en las estaciones de metrotranvía para su funcionamiento. No obstante, la frecuencia de los servicios se vio afectada en un 70%.

Las estaciones de servicio estuvieron abiertas, por lo que los automovilistas particulares pudieron abastecerse.

En Córdoba, Tucumán, Misiones y Salta, por ejemplo, el panorama fue bastante distinto porque el paro de transportes fue total, tanto para los servicios de corta como de larga distancia.

En la capital mediterránea, los distintos gremios marcharon desde sus sedes hasta confluir en la intersección de Colón y General Paz.

Los dirigentes sindicales Roberto Baradel, Hugo Yasky y Pablo Micheli participaron en esta provincia de los actos por el paro nacional y el 50 aniversario del Cordobazo.

En Córdoba, también, agrupaciones de izquierda cortaron el puente Centenario y luego marcharon hacia el centro.

Ese panorama también se observó en las principales ciudades de la Patagonia, donde, además, la adhesión a la huelga por parte de los sindicatos petroleros paralizó en buena medida la actividad hidrocarburífera en los yacimientos.

En Neuquén, los gremios convocantes al paro, que afectó a todos los servicios públicos de la ciudad, se concentraron antes del mediodía frente al céntrico monumento a San Martín.

En Tucumán, la administración central de la provincia no adhirió a la protesta ni decretó asueto, pero el nivel de ausentismo por parte de los empleados públicos fue alto.

En Jujuy, que gobierna el oficialista Gerardo Morales, la administración pública funcionó casi como un día normal.

En cuanto a las escuelas, las pocas estatales que abrieron sus puertas en el interior no pudieron dar clases con normalidad debido a la ausencia de alumnos o de docentes.

Los bancos en general no abrieron sus puertas y solo operaron por internet.

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