Más de un centenar de obispos elegirán la semana próxima al nuevo titular dela Conferencia EpiscopalArgentina, que reemplazará al cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien presidió ese órgano durante seis años y no puede ser reelecto en un tercer período.
Serán alrededor de 120 los obispos que se recluirán en El Cenáculo de Pilar desde el lunes hasta el sábado 12 para celebrar la 102° Asamblea Plenaria, en la que además de hablar de temas coyunturales parala Iglesia, tendrán la responsabilidad de determinar el perfil dela Comisión Ejecutivadela CEApara el trienio 2011-2014.
Esta elección representará el primero de tres grandes cambios que se avecinan parala Iglesiacatólica, ya que se sumará al probable reemplazo del embajador de El Vaticano enla Argentina, el nuncio Adriano Bernardini, y la jubilación de Bergoglio por llegar al límite de edad de 75 años que lo alejará del arzobispado de Buenos Aires, la diócesis más importante dela Argentina.
Según el temario informado porla CEA, el martes comenzarán las deliberaciones habituales que incluirán el «Intercambio pastoral», «Misión Continental y Sínodo dela NuevaEvangelización», «Informes de las Comisiones Episcopales de Catequesis, Pastoral Social y Pastoral Familiar» y el reservado para temas «varios», donde se incluirían las últimas elecciones nacionales que marcaron la reelección de Cristina Kirchner y el posible avance de la despenalización del aborto en el Congreso nacional.
Para el miércoles quedaría la jornada más importante e interesante, ya que por voto electrónico se elegirá la nueva composición de la Mesa Ejecutiva y también los titulares de varias comisiones eclesiásticas importantes que terminan su mandato y, al igual que Bergoglio, no pueden ser reelectos.
La elección sólo finalizará cuando uno de los obispos acumule al menos dos tercios de los votos.
Uno de los principales postulantes a quedarse con el puesto de Bergoglio es el arzobispo de Santa Fe y actual vicepresidente segundo de la CEA, José María Arancedo, quien incluso cuenta con la venia del Gobierno nacional.
Arancedo es primo hermano del ex presidente fallecido Raúl Alfonsín y posee un manejo político más «moderado» que Bergoglio.
Además, conoce a la presidenta Cristina Kirchner, con quien viajó a El Vaticano, invitado para participar de la comitiva argentina que recordó junto al Papa Benedicto XVI la mediación dela Santa Sedeen el conflicto con Chile por el canal de Beagle.
Según indicaron fuentes del Gobierno a Noticias Argentinas, el actual arzobispo de Santa Fe seguiría la línea del Papa Benedicto XVI, quien marca no inmiscuirse con el poder político, lo que caería bien para relanzar la tirante relación conla Iglesiaforjada en los últimos años.
También están dentro de las principales consideraciones el arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik y su par de Salta Mario Cargnello, aunque estos podrían formar parte de la «mesa chica» en alguna de las vicepresidencias.
La misma situación sufre el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, que al igual que Bergoglio tiene una formación teológica fuerte con una profunda vinculación a los problemas sociales.
Del otro lado aparece el arzobispo deLa Plata HéctorAguer, quien encabeza la ofensiva del sector más «conservador» dela Iglesiaargentina, que intenta tener mayor representación en la próxima Comisión Ejecutiva dela CEA.
Aguer es presidente dela Comisión Episcopalde Educación y suele tener pronunciamientos fuertes como cuando describió a la materia escolar bonaerense Construcción de Ciudadanía como «neomarxista y gramsciana».
Los voceros episcopales revelaron a Noticias Argentinas que por sus buenos contactos en El Vaticano, ciudad que visitó frecuentemente durante este año, es el encargado de hacer «lobby» por su postulación en Roma.
Su candidatura está apoyada «localmente» por su amigo Esteban «Cacho» Caselli, senador italiano y ex embajador menemista en Roma, y el representante de la santa sede enla Argentina, el nuncio Adriano Bernardini.