Desde esta tarde, más de un centenar de obispos comenzarán el proceso de elección para dar con el sucesor del cardenal Jorge Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Bergoglio, quien presidió ese órgano eclesiástico por seis años, no puede ser reelecto en un tercer período, por lo que los religiosos deben seleccionar a un reemplazante.
Unos 120 obispos se recluirán en El Cenáculo, de Pilar, desde hoy y hasta el sábado próximo. Allí, celebrarán la 102° Asamblea Plenaria, en la que además de hablar de temas coyunturales para la Iglesia, tendrán la responsabilidad de determinar el perfil de la Comisión Ejecutiva de la CEA para el trienio 2011-2014.
Los obispos están convocados a partir de las 16 en la localidad de Pilar, donde a las 19.30 Bergoglio presidirá la habitual misa de inicio, donde pronunciará su homilía.
El martes comenzarán las deliberaciones habituales que incluirán el «Intercambio pastoral», «Misión Continental y Sínodo de la Nueva Evangelización», «Informes de las Comisiones Episcopales de Catequesis, Pastoral Social y Pastoral Familiar» y el reservado para temas «varios».
Según explicó la CEA, el miércoles se elegirá por voto electrónico la nueva composición de la Mesa Ejecutiva y también los titulares de varias comisiones eclesiásticas importantes que terminan su mandato y, al igual que Bergoglio, no pueden ser reelectos.
Uno de los principales postulantes a quedarse con el puesto de Bergoglio es el arzobispo de Santa Fe y actual vicepresidente segundo de la CEA, José María Arancedo, quien incluso cuenta con la venia del Gobierno nacional.
Arancedo, quien conoce a la presidenta Cristina Kirchner tras haber compartido un viaje al Vaticano, es primo hermano del ex presidente fallecido Raúl Alfonsín y posee un manejo político más «moderado» que Bergoglio.