En diciembre, los oficialistas eran el 45 por ciento y los opositores el 38, un superávit oficialista de siete puntos. Ahora tiene un déficit 13 puntos, es decir que se marca un deterioro de 20 puntos en nueve meses.
Los elementos claves son la inseguridad, que con la crisis social volvió a trepar a lo más alto de las preocupaciones. Y cerca están el desempleo y la pobreza, detalla un artículo publicado este domingo en el diario Página 12.
Las conclusiones surgen de un amplio estudio nacional realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1200 personas, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. Las entrevistas fueron telefónicas.
«Yo diría que nuestra encuesta ratifica que en nuestro país hay una profunda grieta -señala Bacman- que está en la sociedad y proviene de 2001. Hay dos núcleos duros, el de los oficialistas y el de los opositores, y en el medio los independientes pragmáticos, que se definen en el día a día. Esos independientes son los que se van acercando a uno u otro lado. En los últimos tiempos, los oficialistas macristas cayeron y sumaron los opositores y los independientes. Tiene que ver con la caída también de la imagen de Mauricio Macri, que perdió 14 puntos desde la asunción y hoy tiene un déficit de seis puntos. Los que opinan mal o muy mal superan a los que opinan bien o muy bien en seis puntos».
«Un dato de esta encuesta impacta por su contundencia -afirma Bacman- el 63,1 por ciento de los argentinos está convencido que desde que asumió Cambiemos el desempleo aumentó. Es más, para el 25 por ciento el desempleo se mantuvo igual y sólo un siete concluyó que disminuyó. Ese dato se combina con que casi nueve de cada diez argentinos están preocupados por la falta de trabajo. Un valor así es tan terminante que atraviesa en forma pareja la totalidad de las aperturas, ya sean sociodemográficas (sexo, edad, clase social) como respecto a opositores y oficialistas. Todos opinan igual: falta trabajo».
«Otra cuestión es la pobreza. Desde el punto de vista de la propia percepción del público y como producto de la publicación de ciertos informes públicos y privados que dan cuenta de su aumento, para seis de cada diez argentinos la pobreza aumentó desde que Macri asumió. Los que impulsan esta opinión con valores superiores al promedio, son dos categorías que ya definimos: los opositores y los independientes», añade.
«En definitiva, es muy difícil que los núcleos duros de opositores y oficialistas cambien -concluye Bacman-. Sin embargo sus periferias son muy permeables. Es allí donde se produce la intersección del conjunto de los independientes: en definitiva fueron los que optaron por el cambio propuesto por la campaña de Cambiemos para la segunda vuelta electoral. También los apoyaron en su primer tramo de gestión, a punto tal que imagen y gestión del actual presidente se ubicó en el eje del 65 por ciento. Pero hoy por hoy, las opiniones positivas bajaron veinte puntos, nada menos. Significa que esos independientes están preocupados algunos y enojados otros».
En tanto, según un sondeo de la consultora Raúl Aragón y Asociados, si las elecciones fueran hoy, Cambiemos saldría tercero. El 48,1% de los encuestados tienen una opinión mala o muy mala del primer mandatario, superando la valoración positiva, que se ubica en 43,5%.
En esa encuesta, realizada entre el 26 de agosto y el 6 de septiembre a 2001 personas en territorio bonaerense, el 46,1% desaprueba la gestión del Gobierno, contra un 43,9% que la apoya.
Es el primer relevamiento en el que la imagen de Macri está por debajo de la de gestión.