La mujer vive en la localidad cordobesa de Morteros. «Me junté en mi casa con un par de amigos, y ellos invitaron a otros», dijo en medios locales luego de que trascendieran los hechos: en realidad, la suma de invitaciones fue una reunión clandestina en el marco de la pandemia que no terminó como esperaba: una vez que se fueron los contertulios y se dirigió hasta su habitación, la señora descubrió que le faltaban varias joyas de gran valor monetario y «sentimental». Y al hacer la denuncia en sede policial, tuvo que reconocer que el hurto se perpetró en el contexto de una violación a las disposiciones sanitarias.
“Me junte hace dos fines de semana en mi casa con un par de amigos. Ellos invitaron a otros. Éramos bastantes y obviamente uno no está atento a todo lo que sucede en ese momento”, recreó la joven dueña de casa a Cadena 3. “Sé que está mal pero así pasaron las cosas”, admitió en una serie de notas a varios medios cordobeses.
“Fui a la habitación donde tengo mis efectos personales y en una caja donde contenía el collar y los anillos, estaba vacía, una de las cosas que me robaron son recuerdos de mi mamá que ya no está con nosotros”, lamentó la despojada organizadora de la fiesta ilegal.
De la información policial y la denuncia surge que algún infiel invitado le robó un anillo de oro con piedras aguamarinas celestes, un anillo del mismo metal con las iniciales RD, un medallón de oro grabado con las iniciales LBD, con cadena y otro anillo de oro y plata.
“Sé que muchos de los que lo vayan a escuchar van a decir «bien hecho por juntarte», porque yo sé cómo es la circunstancia que estamos viviendo. Por eso no quiero victimizarme, sé que si no me hubiese juntado esto no hubiese sucedido”, reconoció la infortunada transgresora de normas preventivas contra el covid.
Y aprovechó el impensado raid por radios cordobesas para ofrecer una recompensa a quien le aporte datos sobre el paradero de sus joyas.
