El mes de mayo marcó un punto de inflexión para las industrias de la provincia. Según el último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), el nivel de actividad industrial cayó en mayo un 3,4% respecto del mismo mes de 2017. Es la primera variación negativa interanual, que revierte las cifras positivas registradas durante el primer cuatrimestre.
En el acumulado entre enero y mayo de 2018, el índice de producción fabril muestra una mejora del 1,1% interanual. De acuerdo al informe del Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe, los únicos sectores que en mayo mostraron resultados interanuales positivos fueron la elaboración de carne bovina y porcina y las industrias láctea y siderúrgica.
En cambio, el resto de las actividades cayeron. Lideran esa lista la producción de automóviles (-26,3%), seguida por la elaboración de aceite de soja (-16,2%), sustancias químicas (-6,4%), metalmecánica (-4,6%), minerales no metálicos (-1,3%) y refinación de petróleo, donde impactó la paralización de la planta de Oil en San Lorenzo.
De acuerdo al informe de Fisfe, los factores que influyeron en las cifras negativas fueron la depreciación de la moneda nacional (el peso se devaluó 40% en dos meses), el aumento de los cuadros tarifarios, la aceleración de la inflación (el índice de precios mayoristas subió 41,9% interanual), la caída del consumo y la menor cosecha de soja, que en junio comenzó a mejorar aunque habrá que ver con qué impacto real en la actividad industrial.
Además, la entidad que reúne a los industriales de la provincia hizo hincapié en las “elevadas tasas de interés” para el segmento de pequeñas y medianas empresas, algo que “resulta persistente”. Desde comienzos de mayo y durante junio, se produjeron nuevos y significativos incrementos con impacto negativo sobre el desenvolvimiento productivo y la demanda de bienes de consumo e inversión.
El informe también alerta sobre los “fuertes incrementos de costos de producción en la industria manufacturera” y hace referencia al “notorio deterioro de los precios relativos con efecto perjudicial sobre el nivel de actividad, rentabilidad y viabilidad empresarial”.
La actividad del complejo procesador de soja en la provincia registró durante mayo, por décimo mes consecutivo, un importante retroceso interanual. La industrialización de semillas de soja enfrentó en el quinto mes del año una disminución del 17,9% con relación a igual período del año anterior, acumulando una caída de 12,5% interanual. La elaboración de aceite de soja durante mayo bajó 16,2% interanual, mientras que en la medición al quinto mes del año muestra una baja del 11,6% frente a igual período de 2017.
En contraste, la recepción de materia prima en las principales industrias lácteas presentó en mayo de 2018, por séptimo mes consecutivo, una mejora interanual del 7,6%, aunque se empieza a moderar el índice de recuperación.
Otro sector que creció es la producción de acero, que subió un 29% interanual en mayo y un 39,3% en la medición acumulada en los primeros cinco meses del año respecto del mismo período de 2017. El nivel de actividad en productos laminados en caliente alcanzó una suba de 19,8% interanual, mientras que en el cotejo acumulado enero-mayo registró un alza de 39,6%.
La caída de los indicadores durante mayo marca el inicio de un ciclo de recesión para la industria santafesina. “Un punto de inflexión”, graficó el responsable del Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe, Gabriel Frontons.
En efecto, hasta el primer trimestre hubo una leve mejora. En marzo, la industria creció en la provincia de Santa Fe un 2,8% interanual; en abril, según Fisfe, el incremento de la actividad fue de apenas el 0,3% interanual; en mayo se registró la primera variación interanual negativa del 3,4% respecto de mayo de 2017.
