Hace más de 100 días que se vive una situación inédita. A la coyuntura económica habitual de nuestro país se suma la convivencia con nuevas pautas sociales y hasta las costumbres más arraigadas se ven hoy sometidas a revisión: tomar mate, darse la mano; abrazar; salir a la calle; trabajar; toda nuestra cultura está siendo necesariamente reformulada por nuevas regulaciones y protocolos.
El conjunto de la sociedad está replanteándose de manera crítica todo aquello que estaba naturalizado en su cotidianidad.
Esta situación se replica hacia el interior de algunas empresas, que por estos días analizan qué rol asumen dentro de esta “nueva normalidad” del tejido social.
En ese contexto, la construcción vuelve a presentarse como abanderada de una reactivación progresiva. “Si sabemos leer la coyuntura, esta es la oportunidad para que nuestro rubro aproveche su potencial y haga de nexo entre el mundo del capital y del trabajo para acelerar la maquinaria productiva de toda la región” dijo Gabriel Redolfi, CEO de MSR Constructora.
La desarrolladora rosarina lanzó una campaña de vía pública que pone el foco en los valores que puede aportar el sector de la construcción.
“Trabajo, inteligencia, compromiso, desarrollo, inversión y progreso son ejes que están en el ADN de la construcción y el desarrollo inmobiliario. No es el momento para que nos quedemos quietos, tenemos que llevar este cambio de paradigmas sociales al interior de nuestro trabajo, sumar al potencial de nuestra actividad soluciones creativas para la nueva realidad que ya vivimos. La construcción quiere ser protagonista del futuro”, sostiene el empresario cuando analiza el porvenir», sostuvo el referente regional de la constructora.
Además, Redolfi remarcó que es positiva para el sector. “Hoy, además de la tradicional fortaleza de un mercado sano y seguro, el ladrillo ofrece, debido a la coyuntura cambiaria, valores muy atractivos para captar inversiones. El resto es conocido, ya que somos una industria de industrias, que vuelca los capitales en la producción local y moviliza gran cantidad de empleo directo e indirecto”.
Actualmente, en Rosario y la región, la construcción continúa retomando ritmo progresivamente, bajo las medidas establecidas por el protocolo oficial, con limitación de personal, y estrictos procedimientos de higiene y seguridad.