La inflación de noviembre fue del 4,3%, informó este jueves el Indec, y de esta manera acumuló en el año un alza del 48,3%. En comparación con noviembre del año pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó al 52,1%, indicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El rubro alimentos y bebidas, el que más incidencia tiene en sectores de menores recursos, tuvo en noviembre un incremento del 5,3%.
Los sectores con mayores ajustes correspondieron a: comunicaciones, con el 7,4%; seguido por salud, con el 6,3%; bienes y servicios varios, con el 4,9%; educación y prendas de vestir y calzados, ambas con el 4,4%.
La medición inflacionaria en el Gran Buenos Aires se ubicó en el 4,1% y los registros más elevados del país se dieron en las zonas Pampeana, Cuyo y Patagonia, con el 4,5%.
Algunos productos de consumo básico que aumentaron sensiblemente según el Indec: pan de mesa (5,5%), galletitas de agua (9,3%), arroz blanco (8,7%), asado (10,8%), carne picada común (7,2%), jamón cocido (5,1%), banana (48,8%), tomate (37%), limón (29,3%), cerveza (8,9%) y pañales (8,8%), entre otros.
Los aumentos en alimentos estuvieron motivados, fundamentalmente, por el «colchón de precios» (aumentos “por las dudas”), dinámica que se observó durante todo el mes de noviembre, según evaluó el Cepa sobre los números oficiales. En este sentido, llama la atención la inacción de la Secretaria de Comercio saliente, quien no intervino frente a la situación mencionada.
Además, el fin del programa Precios Esenciales implicó la incorporación de dichos productos al programa Precios Cuidados pero con un aumento promedio de, aproximadamente, 13%. Vale mencionar que la variación del tipo de cambio mayorista en el mes fue de solo 2%, por lo que no puede explicarse el sensible aumento a partir de la cuestión cambiaría.
Luego del fin del “congelamiento”, el incremento de combustible alcanzó, 5% en noviembre, que se suma al 4% de septiembre y al 5% de finales de octubre. Esto ha sido un factor relevante de presión sobre los precios, ya sea por el costo logístico como por el costo en la cosecha de los productos agropecuarios.
Adicionalmente, el aumento en el rubro salud se relaciona con los incrementos en los precios de medicamentos y prepagas. Según el relevamiento propio (Cepa, Algec y Ceppema) los medicamentos acumulan más de 75% en los últimos doce meses, mientras que Prepagas, que volvieron a incrementarse 4% en noviembre (en diciembre volvieron a subir 12%), suman 49,5% sólo en el trascurso de 2019. En definitiva, tanto el aumento en medicamentos como en prepagas han impactado en la inflación en general.
El rubro comunicación tuvo un aumento relevante. Esto se debe al incremento anunciado por las empresas de celulares del orden del 22%.
Es importante destacar que la inflación “del bolsillo” no necesariamente se encuentra reflejada por los datos que calcula el Indec. El IPC responde a una canasta promedio, por lo que dependiendo de cuáles sean nuestros hábitos de consumo, lo sentiremos de uno u otra manera.
Otro elemento a destacar de la dinámica de precios: en conjunto, los bienes aumentaron mucho más que los servicios (5,2% vs 2,4%). En lo que va del año, los bienes aumentaron 53,3% y los servicios 39,4%.Este último punto tiene un elemento importante respecto a cómo la inflación afecta a los sectores sociales. Los que tienen menores ingresos tienen a gastar la mayor proporción en bienes.
