La inflación mayorista subió en diciembre 1,3% y acumuló durante todo el 2018 un incremento del 73,5%, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo estadístico nacional informó también que el costo en el rubro de la construcción subió 3,3% durante el mes de diciembre, y totalizó un incremento del 44,8 % en el año.
Para el Indec, las variaciones más importantes en los precios mayoristas durante el 2018 fueron: el costo de la energía eléctrica, con un aumento del 54,1%, productos importados, 104,8%; manufacturados, 68%, mientras que los primarios crecieron 82,7%.
Además, el costo de la construcción mostró avances del 61,6% en materiales, del 35,1% en mano de obra, y 40,3% en gastos generales.
El Indec también anunció el martes pasado que el Índice de Precios al Consumidor, (IPC) costo de vida) aumentó 2,6% en diciembre y totalizó 47,6% durante el 2018.
Una brecha amenazante
La diferencia de 25,9 puntos porcentuales entre la inflación mayorista y la minorista (IPC) fue resultado, según los analistas, del impacto que tuvieron los rubros con fuerte componente de importados y del petróleo crudo, los dos afectados por la devaluación durante el año pasado pero que no fueron trasladados por completo al resto de la cadena de valor que termina en el consumidor final.
La distancia se explica así por la decisión de absorber márgenes empresarios de algunos sectores ante el escenario de recesión económica y caída del consumo. De otro modo: se estiró la mecha. La brecha deja aumentos pendientes que se irán trasladando al público y se sumarán a los tarifazos anunciados para este año.
El acumulado de la inflación mayorista durante el año pasado fue el más alto desde 2002, año en el que concluyó con un incremento del 77,1 por ciento, tras la salida de la convertibilidad y el salto –como en 2018– en la cotización del dólar.
La construcción
El Indec también reveló los datos de los precios de los insumos básicos de la construcción, incluido el costo laboral: el nivel general subió 3,3% en diciembre y acumuló en 2018 un incremento de 44,8%. Este índice fue el más alto desde la salida de la hiperinflación de 1989.
Los datos negativos se confirmaron con las informaciones oficiales, luego de que el Indec informara la caída del 15,9% en la actividad, la más alta desde octubre de 2016.
La proyección para el año próximo no son demasiado alentadoras, ya que se espera una continuación de la tendencia a la baja observada en la mayor parte de 2018: advierten sobre la desaceleración en la cantidad de créditos hipotecarios otorgados y la baja en la inversión del Estado en obra pública.