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La inflación no cede y pocos sectores lograron empatarle con paritarias en el primer trimestre

El último dato oficial de precios al consumidor superó por séptimo mes consecutivo el 3%, y de no frenar esa tendencia la tasa interanual puede superar el 50%. Durante la pandemia continúa la pérdida heterogénea del poder de compra y solo algunos sectores lograron empardar en el primer trimestre

Los datos correspondientes a la inflación de abril (última publicación oficial), marcaron que por séptimo mes consecutivo Argentina registró un índice de Precios por encima del 3%, algo que no sucedía desde el proceso inflacionario desatado por la devaluación inicial del gobierno de Macri. En paralelo, durante el primer trimestre de este año, y luego de tres trimestres de pérdidas, los salarios reales (promedio entre registrados y no registrados) lograron emparadar con el crecimiento de los precios. Muchos sectores no lograron superar el umbral, mientras que unos pocos lo superaron.

Según el último informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y el Economía (Mate) que conduce Sergio Arelovich, de no frenar este ritmo, la inflación a mitad de año puede superar el 50%. Para evitar este escenario, desde el centro de estudios rosarino consideran necesario desde hace meses, desacoplar precios internos de externos ya que “la principal presión proviene del sector externo debido al aumento del precio internacional de los alimentos”.

La tasa interanual, con el valor de abril, se ubicó en 46% y amenaza con alcanzar valores similares a los peores momentos del gobierno de Cambiemos, cuando trepó hasta 57%. Sigue impactando el traslado de los precios mayoristas de alimentos, combustibles y energía y los reajustes de las tasas de ganancia de las empresas con capacidad de fijación de precios.

La pérdida salarial en el contexto de pandemia fue heterogénea, siendo los trabajadores del sector público quienes más vieron reducir el poder de compra de sus ingresos. La esperanza cargada en gran parte de los votos que obtuvo el Frente de Todos, incluía una recomposición de los salarios. Si el poder de compra del salario en 2015 es un horizonte el nivel general de salarios reales deberá crecer 35% para alcanzar el valor perdido y buscado de 100.

Elaborado por Mate

 

El vaso medio lleno

Si bien el informe hace hincapié en las dificultades que tendrá el gobierno para frenar la suba de precios, también repara en un dato que, de prosperar, puede marcar una nueva tendencia. En el primer trimestre de 2021, el promedio de los salarios y los precios crecieron a un ritmo similar: 13,15% en el primer caso y 13% en el segundo.

Este “empate” se produjo luego de tres trimestres consecutivos con fuertes pérdidas en el poder de compra de los salarios. En 2021, a pesar de que la inflación no cede, los salarios nominales pudieron empardar la velocidad de los precios.

“No obstante, de no frenarse la escalada de precios, los salarios reales volverán a caer cuando se agote el efecto positivo del ciclo paritario de 2021”, indicaron desde Mate.

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Recuperación necesaria

Más allá de la evolución de salarios del sector privado, que en muchos casos incluso amparados por mayores derechos laborales siguen perdiendo ante la inflación, existe una preocupación vinculada al crecimiento de los ingresos en sectores más relegados.

Centrales de trabajadores, cámaras patronales y gobierno acordaron un aumento del 35% del  Salario Mínimo Vital y Móvil, en cuotas, hasta febrero de 2022. De esta manera, el SMVM que actualmente está en $25.572, llegará a los $29.160. Aún en el mejor escenario  inflacionario, tendrá un poder adquisitivo menor al que tenía al asumir Fernández.

Desde Mate evaluaron que con estos datos “se profundiza la tendencia iniciada por Cambiemos” y sostuvieron: “La recuperación de los salarios más postergados es esencial para la economía por su fuerte incidencia en los consumos de bienes y servicios nacionales”.

La crisis económica derivada de la pandemia  redujo la cantidad de personas perceptoras de salarios y las horas trabajadas y remuneradas por cada una de ellas. A su vez, el proceso inflacionario desatado en la segunda parte del año afectó el nivel real de los salarios.

Menos personas con empleos formales, sumado a la notable aceleración de precios, explican que al finalizar 2020 los salarios hayan perdido participación en el reparto del ingreso nacional, por quinto año consecutivo.

Revertir la situación

Una de las políticas que lleva adelante el gobierno para evitar una pérdida rotunda de los ingresos tiene que ver con frenar la devaluación mensual del peso ante el dólar. Desde enero se observa una rápida desaceleración de la tasa de devaluación.

El objetivo es frenar la inflación proveniente de mercados internacionales. Según indicaron desde el centro de estudio que dirige Sergio Arelovich “a este ritmo, es factible lograr la meta del presupuesto, que prevé para 2021 una tasa de devaluación del 24%”.

Esta política se ve posibilitada por el buen desempeño de la Balanza Comercial que permitió al BCRA incrementar su nivel de reservas internacionales. En mayo las reservas del BCRA crecieron en más de 1.600 millones de dólares.

Luego de una fuerte caída durante la pandemia, desde finales de 2020, y de la mano del crecimiento de las exportaciones agropecuarias, las reservas vienen creciendo a un ritmo importante. En 2020 los dólares que entraron por exportaciones se fugaron, principalmente, de la mano deuda externa del sector privado. Este problema continúa, pero la entrada efectiva de dólares por las exportaciones es todavía mayor en este año.

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