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La intimidad de un hombre enamorado

El actor, director y dramaturgo Felipe Haidar habla de “Los lugares comunes”, espectáculo en el que despliega una serie de historias a modo de archivos.

Es el amor en sus diversas formas el que cobra vida y se despliega en Los lugares comunes, nuevo trabajo del talentoso creador santafesino radicado en Rosario Felipe Haidar, en el que una sucesión de archivos de la memoria atravesados por ficciones se desgranan frente a un público que desfruta de una obra teatral con clima performático.

Conocida el pasado fin de semana, la obra implica un cambio en el recorrido de este talentoso creador de sólo 27 años que se dio a conocer al público en 2012 con una inolvidable versión de La tercera parte del mar, de Alejandro Tantanian, y que ahora, después de transitar materiales como actor o director al frente del grupo Enjambre P, se juega por un espectáculo en el que no sólo pone el cuerpo sino que además indaga en un universo poético deliberadamente diferente al anterior, apostando incluso por un teatro posdramático que busca trascender ciertas tradiciones o modos de contar.

 

Archivos de ficciones

La historia central de Los lugares comunes describe el encuentro entre dos hombres que se aman pero que jamás estarán juntos. Así, aparecen personajes exóticos para relatar otras historias que podrían ser la misma: un hombre que conoce a otro hombre cocainómano en una plaza, una mujer en el infierno del amor, un joven insomne que está enamorado de su madre y de su gato, y un muchacho problemático que cruza los cánones de la moralidad que impone la sociedad.

“En 2016 fue mi última producción con el grupo Enjambre P, y desde allí empecé a pensar en este proyecto: tenía ganas de producir solo, de poder ahondar en determinados lugares en los que quería investigar. Arranqué con el texto, y al mismo tiempo, tuve la suerte de estar trabajando para el Programa Plataforma Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación, con proyectos de experimentación en múltiples lenguajes. Así conocí a muchos artistas plásticos contemporáneos y gente que trabaja con la idea del archivo que me ayudó a aclarar el panorama de lo que estaba desarrollando. Y una vez que lo pude ordenar, la convoqué a Celeste Bardach, que es una artista con la que trabajo desde el día cero, para ver si se animaba a guiarme en la actuación, porque sentía que era demasiada responsabilidad, escribir, actuar y dirigir”, rememoró Haidar, acerca de este trabajo cuyo staff se completa con el arte y los objetos escénicos de Pali Díaz y Julio Gandini, la colaboración musical de Simonel Piancatelli e Irene Moreno, fotografía de Alejandra Segovia y diseño e ilustración de Hilen Godoy.

Los lugares comunes es un unipersonal con textos míos en el que además actúo, y me gusta definirlo como un archivo de ficciones, porque tiene la particularidad de contener pequeñas historias que son consultadas por el personaje para poder reconstruir su propia historia, que es la historia de amor entre dos hombres que nunca logran estar juntos”, expresó Haidar, un artista que desde su teatro busca poner en tensión ciertas problemáticas, y sobre todo, alguien que siempre se pone en riesgo corriéndose de sus lugares de comodidad.

“Esa pequeñas historias que aparecen podrían ser partes de esta misma historia central, porque tienen que ver con una idea del amor, o más bien de la soledad, en un recorrido en el que aparecen personajes exóticos. Por ejemplo: un hombre que conoce a otro hombre cocainómano, una mujer que está en una relación complicada y violenta o un muchacho problemático al que todos terminan dejando solo; hay una idea que prevalece acerca de pequeños personajes que van apareciendo y que siempre cuento yo, que de alguna manera intentan reflejar fragmentos de la historia central acerca de un amor imposible”.

 

Confiar en el relato

Siempre en escena, Haidar expone y se expone en primera persona. “Siempre soy yo el que cuenta estas historias; es una obra en la que prevalece el relato, porque se cuenta mucho de cada una de estos archivos. Y el título no es un guiño, no es algo casual, porque esos relatos van a atravesar todos esos lugares comunes del amor, esos que todos buscamos y atravesamos cuando nos enamoramos: el flechazo, los mimos, los regalos y todo lo demás, usando todo eso de una manera particular para poder correrse, precisamente, de esos lugares, quizás mostrando lugares comunes de otra forma, corriéndonos de los vicios del lenguaje”.

“La obra, por sí sola, fue tomando un rumbo hacia la idea de la belleza, de la serenidad y de la hermosura que no esperábamos para nada; y de repente, esta idea de los «lugares comunes» transformó el espectáculo en una especie de mimo para quien lo vea”, dijo finalmente el artista. Y remató con humor: “Dentro de los textos que claramente son ficciones, dentro de esos cuentos que aparecen a instancias del relato principal, hay muchas situaciones que son reales, incluso hay personajes que son reales y que los disfrazo un poco para que no se sientan tan expuestos”.

Los lugares comunes se presentará todos los sábados de abril y mayo a las 22, en la sala La Manzana, de San Juan 1950.

 

El recorrido

Felipe Haidar es director, actor, dramaturgo y docente. Oriundo de la ciudad de Santa Fe, desde 2009 vive y trabaja en Rosario. Estudió la Tecnicatura Superior en Teatro con itinerario en Dirección en la Escuela Provincial de Teatro y Títeres de Rosario y realizó distintos talleres y seminarios de formación y perfeccionamiento con docentes y artistas de todo el país. En la actualidad, forma parte del equipo del teatro La Manzana. También participó del programa Plataforma Futuro dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación como tutor de dos proyectos de investigación y experimentación. En 2017, recibió la beca internacional para artistas emergentes del Instituto Nacional del Teatro (INT), que le propiciará, entre junio y agosto, viajar a España para perfeccionarse y mostrar su último trabajo. En los últimos cinco años estuvo involucrado en una decena de espectáculos, entre los que se destacan La tercera parte del mar de Alejandro Tantanian (director), La escuálida familia de Lola Arias (director), Stripkill (director, dramaturgo), Lancha (director, dramaturgo) y Die Vier Himmelsrichtungen, de Roland Schimmelpfennig (actor).

 

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