Al comienzo oficial de la breve campaña electoral griega, los sondeos dan una escasa ventaja al hasta ahora gobernante Syriza frente a los conservadores de Nueva Democracia, una imagen que contrasta con la fuerte popularidad que gozaba el partido izquierdista hasta hace unas semanas.
Tras la primera encuesta publicada por el rotativo Efymerida ton Syntakton y realizada por el instituto ProRata, en la que Syriza tan solo aventaja ya en 3,5 puntos porcentuales a Nueva Democracia (23 por ciento frente a 19,5 por ciento), se han publicado otros cuatro sondeos.
En todas las encuestas Syriza adelanta a Nueva Democracia entre un punto y 3,5 puntos porcentuales, es decir muy lejos de los veinte de ventaja que llegó a disfrutar en julio, y que sin duda fueron uno de los motivos que llevaron al hasta ahora primer ministro Alexis Tsipras a convocar elecciones anticipadas.
El margen más estrecho lo otorga el instituto demoscópico Metron Analyisis para el rotativo Parapolítika.
En esta encuesta, Syriza obtiene un 22,2 por ciento de la intención de voto (en las elecciones de enero alcanzó un 36,3 por ciento), mientras que Nueva Democracia logra un 21,2 por ciento (27,8 por ciento en enero).
Otros dos institutos, MRB para el diario Agorá y Marc para la cadena de televisión Alpha, dan al partido izquierdista 1,8 puntos y 2 puntos porcentuales de ventaja, con una intención de voto del 24,6 por ciento y 25,3, respectivamente.
En estos dos sondeos, los conservadores obtienen el 22,8 y el 23,2 por ciento, respectivamente.
Tres de los cinco institutos colocan a los neonazis de Amanecer Dorado en el tercer puesto, con un porcentaje que oscila entre el 5,5 por ciento y el 6,5 por ciento de los votos, es decir, una situación similar a la que tenía en el Parlamento que acaba de disolverse.
Resultados similares obtiene el centrista To Potami, con entre el 4 por ciento y el 6 por ciento.
En las encuestas aparecen como novedad dentro del arco parlamentario la recién creada Unidad Popular, el partido del exministro de Energía Panayotis Lafazanis, escindido de Syriza como movimiento antirescate, y la Unión de Centro, una formación que existe en su configuración actual desde la década de los ochenta, pero que nunca hasta ahora logró representación en el Legislativo.
Unidad Popular oscila en las encuestas entre el 3,1 por ciento y el 5 por ciento, mientras que Unión de Centro obtiene entre el 3 por ciento y el 4,7 por ciento.
Los comunistas de KKE se mantienen estables entre el 4,2 por ciento y el 6 por ciento, mientras que los socialdemócratas de Pasok obtienen entre el 3,9 por ciento y el 4,5 por ciento.
El gran perdedor en las encuestas es el hasta ahora socio de la coalición gubernamental, los nacionalistas Griegos Independientes, pues tan solo un sondeo, el del instituto Marc, le ve dentro del Parlamento, con exactamente el 3 por ciento, la barrera mínima para obtener representación en la cámara.
Se trata justamente del único partido con el que Tsipras volvería a coaligar, como aseguró en una entrevista esta semana en la cadena de televisión privada Alfa.
Las encuestas todavía pueden dar muchas vueltas, pues todos los institutos coinciden en que la gran incógnita de las elecciones del 20 de septiembre la constituyen los ahora todavía numerosos indecisos, cuyo porcentaje oscila entre el 16,9 por ciento y el 25,5 por ciento.
