Por Randy Stagnaro / Diario Tiempo Argentino
La caída del poder adquisitivo de los ingresos se comienza a sentir con fuerza entre los jubilados. Es que si hasta julio pasado los cálculos hablaban de un empate entre el alza de los haberes jubilatorios y la inflación del año, ambos calculados en torno del 40%, la aceleración inflacionaria de agosto derivará en que la actualización de las jubilaciones quedará 15 puntos porcentuales por debajo de la suba de los precios, ahora estimada en un 55% en el año.
Producto del nuevo cálculo de actualización de haberes, implementado a fines de 2017, ya se sabe cuál será el incremento de las jubilaciones hasta diciembre. A septiembre, la suba alcanza al 39%, nivel que se mantendrá hasta diciembre, cuando aplicará un nuevo incremento del 8,7 por ciento.
Un esquema similar se aplicará sobre la jubilación mínima, que tiene a su favor la suba del salario mínimo, vital y móvil. Como la jubilación mínima debe ser del 82% del SMVM, el incremento de este último del 35% implica algunos reajustes, como el adicional que recibirán los jubilados en octubre y noviembre, por 900 pesos. Pero será sólo para 1,1 millón de jubilados -los que completaron los 30 años de aportes previsionales-. El resto, los que alcanzaron la jubilación gracias a las moratorias, no percibirá este adicional.
Además, las jubilaciones no fueron incluidas en la lista de alivios que anunció el gobierno tras la devaluación de agosto y que sí integró los salarios de los trabajadores registrados privados, los de los asalariados del sector público y los beneficiarios de planes sociales. Aunque los alivios no satisficieron a ninguno de ellos.
Pero todos estos números no alcanzan para saldar una deuda histórica: los ingresos de los jubilados están cada vez más por debajo de sus necesidades.
De acuerdo con la canasta de los jubilados, que elabora la Defensoría de la Tercera Edad, que dirige Eugenio Semino, el costo de los gastos mensuales de un jubilado asciende a 35 mil pesos, esto sin contar con la inflación provocada por la devaluación de agosto.
«Casi cinco millones de jubilados y pensionados no cubren sus necesidades básicas. Son personas totalmente olvidadas», le dijo Semino al portal Infobae un mes atrás.
La canasta de jubilados está compuesta por tres grandes componentes. En primer lugar se encuentran los gastos de alimentación en base a un cálculo de 2000 calorías diarias. El segundo componente es el gasto derivado de la vivienda. Y en tercer lugar, el de la salud.
La canasta también cubre la recreación, aunque su incidencia es muy menor comparada con las otras tres.
La Defensoría calcula el valor de la canasta del jubilado desde hace 12 años de manera semestral. Según Semino, «nos muestra que a través de los once años anteriores, los adultos mayores nunca pudieron cubrir en más del 60 por ciento sus necesidades básicas».
Según los cálculos de Semino, en la actualidad unos dos millones y medio de jubilados y pensionados cobran la jubilación mínima. Otros dos millones y medio tienen haberes con una media de entre 15 mil y 20 mil pesos. Y una fracción menor tiene ingresos por encima de ese valor.