La Justicia condenó –en un fallo inédito– a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) a indemnizar a seis propietarios de departamentos de un edificio ubicado en Urquiza 2032 por “reiterados incumplimientos en el suministro de energía eléctrica”. Cansados por la sistemática repetición de esta situación, los demandantes accionaron contra la firma estatal por daño material, moral y solicitaron la aplicación de una multa que fija la ley de Defensa del Consumidor. Así las cosas, la jueza Susana Gueiler, del Juzgado Civil y Comercial Nº 18, fijó una indemnización de 370 mil pesos por los cortes de luz y suministro deficiente, monto que actualizado se acerca a los 500 mil pesos. Cabe recordar que se trata de una decisión de primera instancia que, por lo tanto, puede ser apelada.
“Indudablemente a la EPE le resulta más económico dejar a los clientes en un absoluto estado de desinformación, desazón y sin servicio que proveer los mecanismos adecuados para la debida prestación”, se subraya en un duro fallo de la Justicia.
Lo que hicieron los seis demandantes fue presentar un litisconsorcio bajo el patrocinio de los abogados Martín Frugoli y Margarita Ramonda. La gota que rebalsó el vaso fue que en el verano de 2012 tuvieron la luz cortada durante tres días. Lo que la Justicia tomó en cuenta a la hora de tomar esta decisión fue “la actitud desaprensiva de la empresa no sólo al momento del corte y frente a los reclamos que se originaron con posterioridad, sino también durante el proceso”, tal lo que denunciaron los inquilinos.
Los vecinos del edificio destacaron que a partir de enero de 2012 los incumplimientos que venían sufriendo desde hacía tiempo “se profundizaron marcadamente” con “bajones de tensión, grandes oscilaciones de alta y baja tensión, cortes no programados ni informados de largas duraciones y demás inconvenientes”. También se señala que, además, esto provocaba la interrupción del funcionamiento de los ascensores y de las bombas de agua.
El punto máximo llegó aproximadamente a las 13 horas del 13 de febrero de 2012, cuando se produce un corte de energía que afecta a las dos torres del edificio y que se prolongó hasta las 19 horas del 15 de febrero. Ese día, la temperatura superaba los 35 grados y los integrantes del edificio efectuaron “innumerables reclamos que no fueron atendidos, obteniendo por parte de los empleados de la EPE respuestas de soluciones que no llegaron nunca”.
Los demandantes dijeron que se presentaron distintos “inconvenientes” sufridos por los vecinos del edificio como “cuadros de estrés ante la falta de comestibles, falta de agua fresca, falta de agua potable por haberse agotado inmediatamente ante el no funcionamiento de las bombas, desperdicios de alimentos, imposibilidad de utilizar sus propios baños, imposibilidad de realizar trabajos y estudios en sus propios inmuebles, imposibilidad de higienizarse en la única canilla de la calle que tuvieron que utilizar turnándose unas 70 familias, necesidad de trasladarse a otros domicilios, pérdidas económicas por búsquedas permanentes de alimentos y demás gastos y tiempo que todo esto generó”.
Así fue que se declararon como “víctimas directas de los daños sufridos por la deficiencia del servicio de energía eléctrica”. Además, acusaron a la EPE de “incumplimiento contractual” y de ser responsable civil en su carácter de ente autárquico, institucional y monopólico, entre otras cosas.
También dijeron que la empresa era responsable por “haber obrado negligentemente, por no prever lo previsible evidenciado en la falta de controles, en la falta de inversión, mayores horas de trabajo y debida planificación del consumo energético de la provincia”.
Frente a esto, en Tribunales decidieron aplicar el artículo 52 bis y el 8 de la ley de Defensa del Consumidor, donde se incorpora la figura del “daño punitivo” al señalar que “al proveedor que no cumpla con sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso”.
Según se explica en el fallo, el daño punitivo “tiende a ser ejemplificador a los efectos que otros proveedores no incurran en nuevos incumplimientos”.
“La accionada ha incumplido groseramente los deberes a su cargo, abusando de su posición dominante, interrumpiendo la prestación de la obligación principal a su cargo, sin previo aviso y sin haber acreditado que la interrupción del servicio no le era imputable, violando el deber de información que se encontraba a su cargo. Del detenido estudio de las actuaciones se advierte que los incumplimientos no resultan ser el fruto de un acto aislado y limitado sino el producto de una política empresarial diseñada en miras de obtener una mayor rentabilidad y aplicada en forma masiva e indiscriminada a todos los clientes”, finaliza el fallo.
Un trabajo para 2016
La EPE puso en marcha el mes pasado la obra sobre la peatonal Córdoba, de Paraguay a 1º de Mayo, con el fin de mejorar el servicio en el centro. Los trabajos demandarán una inversión de más de 40 millones de pesos, se extenderán por 20 meses y se irán abordando cada 200 metros, en cinco tramos. Desde la EPE explicaron que la obra sobre la peatonal permitirá tender más de 48 mil metros de cables subterráneos para continuar con la renovación de la red eléctrica de media y baja tensión y prevenir cortes. De todos modos, la solución no se verá este verano sino el de 2016.
Los trabajos se desarrollan sobre Córdoba y algunos tramos de Rioja, San Lorenzo y las transversales de Paraguay a 1º de Mayo: su área de influencia se extenderá 80 cuadras.
La obra comprende otras intervenciones: la habilitación de dos subestaciones transformadoras subterráneas (ya terminadas) en Córdoba y Corrientes y Córdoba y Maipú, y dos centros reducidos, también subterráneos, de distribución, ubicados sobre las plazas 25 de Mayo y Pringles, actualmente en marcha.
Voceros de la EPE explicaron que la tarea no se limita sólo al cambio de cables, sino que implica una reingeniería de los circuitos eléctricos con equipamiento de los centros e instalación de 40 gabinetes de baja tensión.
Barrera humana como protesta
Cansados por los tres días en que se prolongó el corte de luz en el edificio de Urquiza 2032 (del 13 al 15 de febrero de 2012) los vecinos del inmueble realizaron en un determinado momento una “barrera humana” para protestar por la agobiante situación. Según la presentación realizada en la Justicia, el reclamo “sólo fue escuchado por algunos canales de televisión”, limitándose la EPE a pedirles que no informen sobre su situación a los medios de comunicación.