La familia de Paola Tacacho, la profesora de inglés asesinada a puñaladas el viernes pasado en pleno centro de la capital tucumana por un ex alumno que luego se quitó la vida, aseguró que el agresor «se obsesionó con ella» y que la justicia local «nunca hizo nada» para proteger a la víctima, ya que ésta había realizado una serie de denuncias por el acoso que sufría.
«La justicia de Tucumán nunca hizo nada con todas las denuncias que ella realizó y las denuncias que realizamos con nuestra madre y mis primas, a las cuales también acosaba vía redes», sostuvo Ana, una hermana de Paola, en una carta que se difundió este domingo a través de distintos medios.
La mujer sostuvo que el agresor Mauricio Parada Parejas «tenía vínculos con la política» local y que por eso «nunca lo encerraron ni siquiera un día» y que él «nunca respeto las perimetrales» dispuestas a favor de Paola.
Según Ana, Parada Parejas «la venía hostigando hace cinco años», período que para la víctima fue un «calvario» y en el que ella realizó «muchas denuncias» y tuvo que sufrir «enfrentamientos» y también «acoso» a toda su familia «vía redes sociales».
«Desde que la conoció se obsesionó con ella, y poco a poco fue premeditando lo que concluyó con la vida de mi hermana», aseguró la hermana de Paola, quien adelantó que mañana a van a realizar una marcha en reclamo de justicia en la capital tucumana.
Por su parte, dos amigos de la víctima también recordaron que el agresor «estaba obsesionado» con la víctima y que ésta «vivía con miedo».
«En 2015 este chico (por Parada Parejas) era alumno de ella en el terciario, cursó durante muy poco tiempo la carrera de traductorado con ella y a partir de ese momento comenzó la persecución», aseguró a Todo Noticias (TN) Agustina, una amiga de la víctima.
La mujer aseguró que en un comienzo el hombre se contactaba a través de redes sociales por perfiles «truchos».
«Ella cerró sus redes sociales. Luego empezó a acosarnos a nosotros. Eran mensajes con fotos de ella y amenazas que decían «ya te va a llegar la hora» e insultos», señaló.
Por su parte, un amigo de la profesora asesinada expresó que el agresor «se obsesionó con ella» y aclaró que «solo era un alumno de los casi 200 que tenía».
«Decía que tenía miedo. Él siempre se acercaba a ella, lo único que quería era estar cerca. Nunca le hablaba pero durante cinco años se le paraba cerca y nunca le decía nada», indicó. Y agregó: «Era un problema para nosotros. Ella no vivía en paz, cuando nos íbamos de vacaciones estaba tranquila porque no estaba en Tucumán».
Con respecto a las denuncias previas que Paola había realizado, el amigo expresó que el agresor no cumplía con las órdenes de restricción que la justicia le había impuesto para que no se acercara a la víctima.
Por otra parte, los amigos de la víctima responsabilizaron a la familia de Parada Parejas diciendo que «no aceptaron nunca el problema que tenía» y expresaron que uno de los hermanos les había dicho que «no sabían si era él (el agresor) quien le mandaba mensajes».
«Para la Justicia, lamentablemente, somos una foja más en un expediente. Anteayer fue Paola, mañana capaz que soy yo y es muy triste que naturalicemos el acoso», concluyó Agustina.
El hecho ocurrió el viernes último alrededor de las 21, en pleno centro de la capital provincial, donde la víctima fue atacada al ser tomada por detrás y apuñalada con un cuchillo en distintas partes del cuerpo.
Fuentes policiales informaron a la agencia Télam que una cámara de seguridad de un local captó el momento en el que un hombre mantuvo una discusión con la mujer, quien comenzó a caminar como para retirarse.
En ese momento, el femicida la tomó por la espada y la apuñaló varias veces, tras lo cual la soltó e intentó escapar, pero un grupo de vecinos que vio lo ocurrido lo rodeó e impidió que se fugara, por lo que el hombre tomó el cuchillo, se lo clavó en el pecho y murió casi en el acto.
En tanto, otro grupo de vecinos socorrió a la mujer hasta que llegó la ambulancia que la trasladó al Centro de Salud, donde murió a raíz de las heridas ocasionadas por el ataque.