Aldana es una joven que vivía en un estado de extrema vulnerabilidad. Ahora tiene 24 años, pero en 2016 cuando tenía 20, fue mamá de Mateo. Sola. El padre biológico del niño nunca se hizo cargo. La joven volvió a formar pareja, esta vez con Franco.
El 23 de abril de 2017 Aldana estaba en casa de su novio, se fue a bañar mientras su pareja cuidaba del niño de 6 meses. Mientras el agua de la ducha el corría por el cuerpo, escuchó el llanto fuerte de su hijo y salió del baño. Mateo estaba en brazos de su novio y no reaccionaba, lo llevaron al hospital Baigorria y de ahí al Vilela. El niño murió. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue un golpe en la cabeza, Franco lo zamarreó y lo golpeó contra la pared o contra el piso.
La fiscal Georgina Pairola solicitó la pena de prisión perpetua para Franco mientras que para Aladana pidió 10 años de cárcel por el delito de “abandono de persona”. Desde Abofem (Asociación de abogadas feministas) Rosario, pidieron la absolución de Aldana, ya que la acusación de la fiscal no tiene asidero jurídico. “En el mismo discurso, la fiscal la acusa de mala madre por dejar al bebé 10 minutos para bañarse”.
“La acusación de la fiscal no tiene asidero jurídico, lo que hace es revictimizar a la madre”, explicó Victoria San Juan Soria, de Abofem. Y explicó que el artículo 106 que habla del abandono de persona sostiene que dejar a una persona de desamparo es dejarla sin ningún cuidado y no fue lo que ella hizo. “Sólo se fue a bañar. Es un ejemplo de una justicia patriarcal sin perspectiva de género que viola la ley Micaela”.
Desde Abofem explicaron que Aldana es una víctima y que piden la absolución no sólo por la perspectiva de género, sino por la atipicidad del delito de la que se le acusa.
“La prejuzgan y la condenan por mala madre, por dejar a su hijo 10 minutos. Pairola dijo en la acusación «Aldana no cumple con el rol de buena madre». No la juzgan por el Código Penal, sino porque ellos la consideran mala madre”.
Aldana fue víctima de violencia de género. Eso surge en las entrevistas en calidad de testigo que le tomó la misma fiscal. “Le pide que denuncie esos hechos, pero el Estado no le dan ningún tipo de contención. Sólo buscan condenar a una mujer muy vulnerable”, agregó San Juan Soria.
Una de las muestras de la justicia patriarcal fue la aparición del padre biológico de Mateo, que si bien nunca se hizo cargo ni se preocupó por sus alimentos, ahora es querellante en la causa. “Pidió 10 años de prisión para Aldana y la fiscal avaló el pedido”.
Aldana y Franco comenzaron a ser juzgados hace una semana. La fiscal Georgina Pairola solicitó la pena de prisión perpetua para él, mientras que para la madre pidió 10 años de cárcel por el delito de “abandono de persona”. Cuando ocurrió el hecho, los investigadores indicaron que la relación entre el acusado y la madre del niño era violenta. El tribunal está integrado por los jueces Román Lanzón, Ismael Manfrín y Mariano Aliau.
Una historia violenta
En la audiencia imputativa, la fiscal Pairola hizo referencia a que Franco L. mantenía con su pareja una relación violenta. Según el relato de testigos y familiares de la pareja, Aldana conoció a Franco en 2015 en un boliche. Él se mostraba muy celoso con ella. Controlaba el tipo de vestimenta de la mujer y a menudo la insultaba. En enero del año siguiente, siempre según la Fiscalía, Franco amenazó con un cuchillo a Aldana y la golpeó. Al mes siguiente, Aldana se enteró de su embarazo. La pareja se separó durante varios meses y retomaron la relación cuando Mateo, el hijo de Aldana, ya había nacido. Durante el primer tiempo, Aldana había mantenido una relación paralela con otro hombre, quien se hizo cargo de la paternidad de Mateo y le dio el apellido, pero nunca le pasó alimentos.
