Tres puntos sobre quince en juego fue una pobre cosecha de Newell’s en esta última parte del torneo. Kudelka admitió en conferencia que “es muy poco” y obviamente confió que no estaba conforme con esa producción. Y esa escasez de puntos lo puso a la Lepra nuevamente en el borde de la zona de descenso, aunque con una amplitud de puntos que todavía lo deja respirar.
Volvió a aparecer la calculadora. En realidad no se había ido, pero algunos o muchos la habían dejado de lado. Fue un error, sin dudas. La foto del lunes lo muestra a Newell’s con 79 puntos (1,197), todavía a siete unidades de Patronato (72) y a doce de Gimnasia (67). Con Aldosivi, como divide por un torneo menos, es más difícil calcular los puntos exactos de diferencia, aunque son al menos tres partidos de distancia.
Arriba de la Lepra hay un lote parejo, Colón (80) con la misma cantidad de partidos, además de Central y Banfield (81) que tienen un partido más. Y Central Córdoba de Santiago, que aguanta con 1,200 de promedio, aunque con una derrota caerá automáticamente a zona de descenso.
La ventaja de Newell’s es el partido pendiente con Independiente, que se jugará el viernes 13. Ese cotejo le permite pensar al equipo de Kudelka que tiene un tiro más que el resto de sus contrincantes antes de fin de año, al igual que Colón. Por eso los dos últimos partidos del año serán muy importantes desde lo numérico. La visita del sábado a Atlético Tucumán, y el cierre con Independiente le pueden permitir a Newell’s irse al receso con más alivio o con más preocupación.
Hacer pronósticos previos no tiene demasiado sentido, pero Newell’s necesita una victoria para despejar dudas y mejorar la foto de fin de año. Y si logra sumar más de tres puntos sobre seis en juego, ni hablar.
Patronato juega su último partido ante Vélez, un rival complicado. Aldosivi visita a Colón, en duelo de necesitados; y Banfield va a cancha de Independiente, nada sencillo en la previa. Central tampoco la tiene fácil, ya que recibe al líder Boca; y Central Córdoba viaja a La Plata, para verse con Gimnasia, partido de doble valor.
Ningún rival tiene puntos asegurados, ni partidos sencillos. Newell’s tampoco, porque Atlético Tucumán está más firme que en el inicio de la Superliga. Por eso sumar será fundamental, para tal vez descontar puntos con algunos de los otros rivales directos. Y después, cuando el resto no tenga chances de sumar, la Lepra tendrá el partido bonus con Independiente, donde cualquier punto que se consiga garantizará sacar ventaja con todos los otros.
Calculadora en mano, Newell’s tiene garantizado terminar el año fuera de zona de descenso, y eso no deja de ser un alivio si se tiene en cuenta que inició entre los tres peores. Pero el equipo de Kudelka debe aspirar a un poco más. A estirar esos siete puntos de alivio que hoy lo separan de lo que se van. Y si es posible dejar atrás a más equipos, que en algún momento, no hace muchas semanas atrás, llegaron a ser siete.
Primero sumar, esa debe ser la premisa de los dos próximos partidos para la Lepra. Y si es posible retomar una idea y forma de juego que ilusionaba con escaparse del abismo mucho antes de lo previsto. Después Kudelka tendrá tiempo para los análisis, y para pedir los refuerzos necesarios para ajustar positivamente al equipo. Para que eso suceda, necesitará un poco de tranquilidad, salir de esta zona de turbulencia interna y cuestionamientos externos que hacen perder claridad. Y eso se logra con puntos.