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La Lepra juega una final ante Gimnasia de cara a la próxima temporada

El choque del viernes en La Plata enfrenta a dos rivales directos en la próxima tabla de promedios

“El viernes jugamos una final”, reconoció el Indio Ortiz, entrenador de Gimansia. Y no está tan errado. El partido del Lobo ante Newell’s tiene un doble valor si se mira la tabla de promedios de la próxima temporada, esa que desde hace varios meses comenzó a quitarle el sueño a los hinchas leprosos.

A tres partidos del final de la presente Superliga, Newell’s apenas tiene a dos equipos por debajo en la tabla de promedios de la próxima temporada, uno está descendiendo (San Martín de Tucumán) y el otro es Gimnasia, su rival del viernes.

La Lepra acumula 52 puntos, tres más que el Lobo. Por eso el primer objetivo será no perder, para al menos mantener la distancia, aunque una victoria lo alejaría a seis puntos, lo que le da un valor enorme a un posible triunfo.

Ganar además, le permitiría a la Lepra llegar a 55 puntos, superando la línea de San Martín de San Juan (54) y Patronato (53), e incluso lo pondría igual que Central. Y si estos equipos no suman, el panorama futuro sería mucho mejor a la vista.

Pensando en esa tabla, la de los promedios, no hay dudas que la Lepra necesita sumar la mayor cantidad de puntos en este cierre de tres partidos. Para mejorar el inicio, y para darle respaldo en los números a un ciclo de Bidoglio que enfrentó los primeros cuestionamientos tras las dos derrotas consecutivas con River y Talleres, con errores tácticos del entrenador que lo expusieron.

Aún no está muy claro cómo se resolverán los descensos en la próxima temporada. Algunos proponen eliminar los promedios, como en el ascenso. Otros, que no haya cuatro descensos sino dos. Todo dependerá del poder político y el apoyo que tenga cada postura.

Lo que sí está decidido es jugar dos torneos cortos, lo que daría mayor margen a los que pelean abajo. En el formato actual, apenas se jugarían 23 fechas. En cambio, si hay dos certámenes, serán 46 partidos (138 puntos), tiempo para acomodar un equipo e incluso para corregir fallas iniciales.